Hace ya más de una treintena de años hubo una caricatura que fue famosa. En ella aparece Karl Marx con compungido rostro diciéndonos: «Perdón chicos, era solo una idea». Lo que no dice la caricatura, y por eso, a quienes cultivamos el humor negro nos hace reír, es que esa idea no solo cambió el mundo. En su nombre ha habido guerras calientes y frías, revoluciones, golpes de estado, campos de concentración, millones, millones de muertos.
No obstante, si pensamos más allá de la caricatura, podremos advertir que la de Marx no fue solo una idea de Marx, sino un conjunto de ideas entrelazadas en donde unas se imponían a otras de un modo no siempre armonioso. Esta es una de las primeras impresiones que nos ofrece Simón García en su libro de tan hermoso título «La Rosa y la Hoz» SEGUIR LEYENDO