Enrique Lihn - Y AL FIN LLEGAS A VIEJO



 Y así llegas a viejo

como quien vuelve a su país de origen
después de un viaje interminable
corto de revivir, largo de relatar,
te espera en tí la muerte, tu esqueleto
con los brazos abiertos, pero tú la rechazas
por un instante, quieres
mirarte larga y sucesivamente
en el espejo que se pone opaco.
Apoyado en lejanos transeúntes
vas y vienes de negro, al trote, conversando
contigo mismo a gritos, como un pájaro.
No hay tiempo que perder, eres el último
de tu generación en apagar el sol
y convertirte en polvo.
(Fragmento del poema "Monólogo del padre con su hijo de meses")