Hay muchas personas en la estación.
Todos respiramos el mismo aire, pienso
me siento como un buzo sin escafandra
necesito el aire como un pez el agua, pienso
es cuestión de la edad, pienso:
los viejos estamos más cerca de la nada, pienso
y a veces la nada entra en el cuerpo, pienso
sin tocar el timbre, sin golpear la puerta, sin decir nada
La nada está en el todo, como el agua está en el mar.
Respiro a tropezones, abro la puerta
necesito el aire, encuentro una escalera,
al fin de la escalera un sótano y una ventana
afuera de la ventana no hay nada:
respiro profundo, el aire limpio de la nada
y luego regresaré a la estación del metro
pero alguien ha sacado la escalera, y no hay nada,
ni tampoco hay nadie en el subterráneo de mi casa.
Qué bellos esos tiempos cuando soñaba
con mujeres, con alas, con cielos y con mares.
Y contigo. Hoy simplemente sueño con la nada.
La poesía es el tránsito entre el ser y la nada, pienso.