DOS POEMAS DE COROMOTO RENAUD

 


Que la noche no sea tan larga

y este viernes de verano sediento

se agriete hasta encontrar la fuente

que tu voz irrumpa el silencio pues tanto silencio es la nada

que se desgajen luceros en tu ventana

y puedas ver el bucare resplandeciente no en tu plaza

sino en mi calle


que la lumbre que calienta tu invierno permanezca en tus huesos

que no llueva el jueves en París

que no faltes el viernes.


Si te vas

no te irás nunca del todo

estás sentado a la sombra del Árbol de la Vida

sembraste sus frutos


extiendes tu mano y de cada dedo gotean sabores distintos

la dulzura de la mirada


el amargo sabor de algún recuerdo

el gusto tánico del vino

el salobre mar

tu resina


alimentas colibríes y azulejos

cobijas los gallitos

estás en mí

floreces junto a las cayenas

cada hoja verde es una palabra que nombra la ternura

cada racimo un canto de alegría

Julián

cuando te vayas

serás raíz

savia

árbol de la vida