Asaf David - DETENER LA HUMILLACIÓN EN GAZA CUALQUIER PRECIO


Traducción de Oded Balaban balaban@research.haifa.ac.il


Ahmed Mustafa, un periodista palestino transmite desde Rafiah utilizando un teléfono móvil. Al Jazeera no muestra la anarquía, el proteccionismo y la realidad inhumana en Gaza - Foto: SAID KHATIB - AFP

Ahmed Mustafa es un periodista de Gaza que vive en Khan Yunis. Publicó el siguiente texto en un post de su página de Facebook en árabe el 29 de diciembre, 2023. A continuación se muestra una traducción de sus palabras:

Sigo atestiguando de vuestro goce, chusma incivilizada, al ver nuestra sangre fresca. Examino cómo el rating de visualizaciones en el canal Al Jazeera salta a cientos de miles cuando las organizaciones armadas publican sus declaraciones militares, producidas a nivel cinematográfico profesional. Satisfacen los instintos de todos los humanos jubilosos, que no sienten el sabor del exterminio, de toda la escoria humanos interesada ​​en la continuación de la guerra, de todos aquellos que no quieren que las organizaciones armadas renuncien a nada mientras transmiten sus operaciones y exportan su orgasmo nacional.

En su diccionario no existe la entrada “admisión del fracaso” o la medida humana de salvar las almas de los palestinos de la codicia de la maquinaria de guerra israelí. Las masas, con las organizaciones armadas, se preparan para la declaración de victoria sobre Israel, aunque llegue con el precio del último aliento de los últimos niños que sobrevivan en tierra palestina.

Me dirijo a todas las que celebran nuestro dolor como triunfo fuera de las fronteras de nuestro país: ¡callaos todos! Al Jazeera no transmite lo que veo aquí en Gaza: hambre, sed, frío, enfermedades, miseria, proteccionismo, anarquía en materia de seguridad, una realidad inhumana. No se escuchan las voces de los desplazados, levantando sus manos al cielo y lamentándose ante Dios por las hazañas de Israel y el desastre al que los llevaron esas organizaciones. Al Jazeera no coloca sus cámaras frente a las personas que talan los árboles de los cementerios para cocinar comida para sus hijos. No os transmite la costumbre de cuatro mujeres jóvenes de rodear en círculo a su amiga para que pueda orinar al aire libre, sin agua y sin papel higiénico.

Ningún periodista de Al Jazeera habla de la sangre que mancha la ropa de las mujeres que no consiguieron productos de higiene para su ciclo menstrual. Al Jazeera no entrevista a nadie que denuncie sobre las tiendas de campaña que fueron donadas pero que terminaron vendiéndose a personas desplazadas indigentes a precios astronómicos. No muestra a los humanos enojados y a las personas sin hogar durmiendo en las aceras lluviosas sin suministros ni refugio. No cubre el robo de los convoyes de ayuda humanitaria y mucho más.

Los mecanismos mediáticos “comprometidos con la causa” presentan a la Franja de Gaza como si fuera una potencia; quieren presumir de sus alianzas y obtener de ellas los derechos de retransmisión. Israel percibe este discurso y lo convierte en una justificación propagandística para el actual aplastamiento de la Franja de Gaza. De nada sirve hacer una cobertura crítica del desastre o de las cuestiones humanitarias mientras haya quienes utilicen nuestra sangre (Qatar, por ejemplo) para fortalecer su influencia en la región.

¿Qué beneficio obtendrán los medios de comunicación “comprometidos con la causa” al llamar la atención de los espectadores y oyentes sobre las terribles situaciones de cientos de miles de habitantes de Gaza, incluidos mis padres, que sufren problemas de presión arterial y no pueden encontrar medicamentos o sustitutos adecuados? ¿Qué interés tiene estos medios en cubrir el grave fracaso del gobierno de las organizaciones armadas que apoya, un gobierno que, tras el estallido de la guerra, desapareció de escena y abdicó por completo de sus responsabilidades? ¿Qué ganarán los medios de comunicación si nosotros, los ciudadanos, nos paramos frente a sus cámaras y exigimos que las organizaciones den a nuestros niños inocentes refugio en sus túneles, como el que le dieron al perro de la joven israelí recientemente liberada?

El hecho de que ninguno de ustedes esté interesado en el destino del ciudadano común de Gaza los pone del lado de la ocupación: al igual que ella, adoptan inequívocamente la imagen de nosotros como si fuésemos animales humanos que pueden soportar todo sufrimiento con tal de disfrutar de un poco de heno y forraje, indiferentes a las condiciones de sus vidas y a las circunstancias de su muerte. Los cuerpos arrojados en las calles de Gaza y bajo sus ruinas sin un entierro adecuado no os conmueven el corazón. Una vez que hayan satisfecho el impulso que ustedes llaman “heroísmo”, estarán ustedes listos y dispuestos para transmitir programas de terror aún más espeluznantes. Y todo esto a costa de nuestra sangre; sólo nuestra sangre, chusma incivilizada, la de nadie más.

Deténgan esta desgracia de inmediato, a cualquier precio. Abran el paso fronterizo terrestre en Rafah al movimiento de ciudadanos palestinos, de modo que quienes permanezcan aquí dispuestos a ser aniquilados sean sólo aquellos que estén dispuestos a comerciar con sus cuerpos a cambio de una “posición inamovible del pueblo”. De este modo podremos decir adiós y despedirnos del proyecto de nuestra deportación forzosa. Hasta que eso suceda, callaos todos; ustedes son los que se alegran y gritan consignas de heroísmo sobre los ríos de nuestra sangre derramada en vano. Callaos todos; ustedes, que comercian con nosotros y especulan con el precio de nuestras almas desde los hoteles de lujo de Doha, desde los palacios presidenciales de Irán, desde la Riviera de Turquía, desde las salas de reuniones de Argelia, desde los callejones de Ammán y los barrios de Beirut.

Habéis convertido nuestra sangre en un pasatiempo cínico que las fuerzas de ocupación disfrutan derramando y los idiotas cortos de mente bailan sobre ella. ¡Deténgase inmediatamente!
6 de enero de 2024

El Dr. Assaf David es director de Israel en Medio Oriente en el Instituto Van Leer y es director académico del Foro para el Pensamiento Regional.