Karen Entrialgo - LA AMENAZA PRINCIPAL


Título original: Que la complejidad no nos ciegue al punto de no poder reconocer la amenaza principal

Detenerse a mirar las implicaciones del ataque de Hamás no es negar la opresión que sufre el pueblo palestino ni descuidar la historia de este largo conflicto. A menudo, en nombre de la complejidad, se propone que hay que contextualizar históricamente. Por supuesto que hay que hacerlo. No obstante, la mayor parte de las veces, se termina privilegiando el pasado, desestimando el presente y fabricándole una encerrona al futuro. Son muy pocos los análisis que toman en cuenta el marco de la actualidad política internacional en el que este ataque sin precedentes tuvo lugar. Incluso, demasiadas veces se pasa completamente por alto el carácter "sin precedentes" de este ataque (incursión en el territorio de Israel, número de víctimas en pocas horas, sofisticación estratégica, entrenamiento militar y la combinación planificada de las peores atrocidades contra civiles indefensos y objetivos políticos bien definidos). Al contextualizar hacia atrás dejando fuera el presente, se pierde la capacidad de anticipar lo que se anuncia. Si apoyar la causa palestina significa hacer la apología del terrorismo, celebrar a Hamás y fortalecer a Hezbollah e Irán, lo que se anuncia no es el nacimiento del Estado Palestino que tantos contemplamos como una solución, sino el camino hacia la "República Islámica" de Palestina o algo peor. 

Desde el pensamiento complejo, convenimos en decir que la historia se hace de contingencias; de rupturas y continuidades. Pero si solo contextualizamos hacia el pasado, tomamos partido por la continuidad. No le concedemos nada al elemento "ruptura". Al final, se traicionan los principios de la complejidad pues se regresa a la causalidad como modalidad explicativa de la historia. Eso es lo que significa interpretar el ataque de Hamás meramente como una reacción del pueblo palestino a las políticas opresivas de ocupación y colonización por parte del Estado de Israel. Además de una confusión entre resistencia y terrorismo, leo en esa interpretación el mismo pasadismo que se ha estado observando en el trumpismo y el putinismo. Se trata de una fijación malsana con el pasado que solo aspira a regresar al lugar mítico e inocente que habría precedido a todo lo demás; esto es, un lugar imaginado como "no teniendo historia". Dos eslóganes producto de ese pasadismo son: "Make America Great Again" y "Make Russia Great Again". Con el primero, Trump logró aglutinar las masas para el sadopopulismo que caracterizó su mandato. Con el segundo, la Rusia de Putin ha venido neutralizando la oposición al sadonacionalismo imperialista que a diario constatamos en la guerra de invasión a Ucrania. Esperemos que no tome más impulso del que ya ha tomado la consigna que sueña con hacer de Palestina lo que era antes de Israel pues, en ningún caso, la solución se encuentra en el pasado. 

La oposición no debe ser el pueblo judío contra el pueblo palestino o viceversa. Ni siquiera "guerra Israel-Hamás" como figura en los periódicos. Tampoco la solución está en posiciones de neutralidad y mucho menos en la relativización de lo que habría que condenar sin ambages. En cambio, una oposición pertinente sería entre el fundamentalismo de Hamás y el fundamentalismo del ala ultra-derechista/ultra-nacionalista y religiosa del gobierno de Netanyahu. En ese caso, los incidentes recientes tienen menos que ver con la lucha del pueblo palestino por su liberación que con el fortalecimiento de tendencias religiosas antidemocráticas incompatibles con la coexistencia de las diferencias. La otra oposición pertinente es la del eje Rusia-Irán-Hamás/Hezbollah contra Estados Unidos y la Unión Europea; es decir, contra el Occidente político. Desgraciadamente, aquí tampoco se trata de la liberación del pueblo palestino. Acompañar la contextualización histórica con la contextualización en el marco de los acontecimientos mundiales más recientes se revelaría mucho más justo con el pueblo palestino que toda esa vociferación en su nombre que se desata en las protestas. Al examinar a fondo los diferentes escenarios posibles de esta guerra, ninguno se anuncia alentador para la causa palestina. Y es que la trampa que el ataque de Hamás le ha puesto al mundo entero es más intrincada que todos sus túneles bajo Gaza. Es un "no win situation" para los palestinos. En cambio, todos los escenarios resultan en ganancia para Putin, Irán y Hamás. Que la complejidad no nos ciegue al punto de no reconocer la amenaza principal. 

Karen Entrialgo 

Universidad de Puerto Rico en Arecibo

27 de octubre de 2023