“Si el expresidente hubiese respetado el voto, yo nunca hubiese sido presidenta. No hay golpe cuando hay renuncias voluntarias, no es un gobierno de facto cuando hay un parlamento. Lo que hice fue cumplir con mi deber, no dejar que siga el vacío de poder y pacificar el país en llamas que dejó Evo Morales al huir. En mi gestión los ataques eran para mí, es el precio de ser mujer. Hice las cosas de buena fe con un gran compromiso con Bolivia, en ese momento tan difícil pacificamos el país y eso nos dio tranquilidad, convocamos a elecciones y tenemos el gobierno que, irónicamente, son mis carceleros.”
Jeanine Añez Chávez. Expresidenta Constitucional y presa política.
Entrevista Página Siete. La Paz. 6.XI.2022
La expresidenta cumple hoy, 12 de noviembre, tres años de aquel día, cuando asumió la presidencia por sucesión constitucional, tras la renuncia del ex Morales y de toda la cadena sucesoria en la Cámara de Senadores y Diputados. El ‘ex’ pensó que creaba un vacío de poder, pero no tuvo en cuenta a Jeanine Añez, Segunda Vicepresidenta del Senado. Patriarcales y machistas, los del Movimiento al Socialismo (MAS) mujeres incluidas, no pensaron en ella.
Jeanine Añez Chávez cumple hoy 607 días como presa política, merced a un Poder Judicial y una Administración de Justicia subsumidos al poder político, corrompidos y nauseabundos hasta el hastío, tanto que le negaron un juicio de responsabilidades, de acuerdo a su condición de exmandataria, amén de olvidada por unos y otros.
La expresidenta contestó de puño y letra un cuestionario enviado por el matutino paceño, Página Siete. Ahí, pide perdón a los bolivianos por los “hechos reprochables” que hubo en su gobierno. “Si a algo le tengo temor –aparte de temer a Dios– es a la corrupción, hechos en los que no tuve que ver, pero que no pude controlar... yo tenía el gobierno, pero no tenía el poder, y también confirmé con tristeza que con las mujeres las críticas son implacables.” Un pedido que resalta su nobleza, habiendo tantos presidentes, civiles y militares, que cometieron hechos reprochables, hasta criminales como los de Morales, que nunca han tenido ese gesto de humildad y siguen impunes.
Cierto: si el ex, siempre cocalero, hubiese respetado la democracia y el voto ciudadano en 2019, en lugar del fraude que montó, y luego su cobarde huida, ella nunca hubiese sido presidenta de Bolivia. Lo fue un día después de que Morales dejara al país al borde de una guerra civil. Él descarga en la exmandataria una feroz venganza política, haciéndola condenar a 10 años de prisión, porque truncó su proyecto político de poder de dominación autocrático, populista y dictatorial, para toda la vida, con un partido que se cree Estado, gobierno, masa, pueblo en la persona del líder. Amén de centralista, concentrador, iliberal. Luis Arce sigue el guion.
Desde su celda de presa política, la exmandataria apunta a que “El tiempo pasa rápido, tres años de los sucesos de 2019. No era la primera vez que Morales se hacía la burla de los bolivianos; ya lo había hecho ignorando el referéndum del 21F de 2016. El año 2019, el Gobierno generó la violencia con su fraude en las elecciones, el 2022 está generando nuevamente confrontación entre bolivianos, por no cumplir con Bolivia.”
Y entonces habla sobre demanda cruceña de Censo de Población y Vivienda 2023. Señala que “Es legítima; debería ser una exigencia, no demanda, de todos los departamentos, pues el censo debía realizarse en noviembre 2022. No es un favor del Gobierno, es una obligación, y si la institución llamada a organizar ese evento (INE) es incompetente o no ha cumplido con su trabajo, es problema del Gobierno...” Agrega que la negligencia de postergarlo por dos años más, “demuestra que la intención del Gobierno es de no aplicar los resultados para las próximas elecciones, ese es el fondo. Manifiesto mi solidaridad con el pueblo cruceño por esa arremetida brutal que reciben del Gobierno ante este reclamo justo, los quieren callar con la violencia que genera usando a sus bases y a la Policía para reprimirlos, los quieren cansar promoviendo cercos y enfrentamientos y para colmo manipulando la información, cuando los violentos son ellos...”
Sobre la teoría de golpe que maneja el MAS, afirma que es porque “necesita tapar el fraude que cometieron, denunciado por organismos internacionales”. Añade que sus carceleros dicen que “como una ‘supermujer’ llegué a La Paz y tomé la Presidencia. El poder es atrevido... el Parlamento bien que funcionaba y nos bloquearon los créditos solicitados para poder hacer frente a la pandemia del COVID 19, ante la precariedad en el sistema de salud”, cuando se sabía tan poco del virus que llegó de China.
La salud de la exmandataria, después de haber estado muy quebrantada emocional y físicamente, ha superado todo. “No es fácil estar privada de libertad por motivos políticos. Estar presa ha cambiado mi vida y la vida de mis hijos. Ellos no tienen por qué sufrir las consecuencias de tener una madre política, a quien usan como un trofeo los odiadores sedientos de venganza; se sienten impotentes de ver el maltrato a su madre, pero son ellos los que también me animan, los que me acompañan y me alegran en este encierro injusto y macabro.” Y concluye que “será Dios quien me devuelva mi libertad.”
Respeto y solidaridad para Jeanine Anez, expresidenta Constitucional de Bolivia y presa política, para escarnio de sus carceleros. La memoria histórica democrática no los absolverá.