Anton Julian - VIDA

 



Podría ser que nada está determinado

más allá de la vida,

o que es inútil buscar el sentido mayor

de cada cosa

si todavía nada ha comenzado a vivir sobre la tierra.


Son ideas que presientes en el momento

cuando hasta los adioses comienzan a irse

sí, cuando todo comienza a escurrirse como agüita

de cerro entre tus manos de mono congelado


La poesía misma, la que cantó a los muros,

a los labios rojos y a las rosas negras del invierno, y

cruel, enrojeció de placer maligno

a quien iba dedicada, la misma que enterneció el alma

de un perro sin dueño, no tuvo más razón

ni lógica

ni sentido

que un vuelo sin pájaro, que una tela sin araña,

que un comienzo sin final, que un beso sin lengua


Caído hasta el último sol sobre las tejas

"cuesta abajo en la rodada"

la mañana duerme tibia como un otoño

después del grito escandaloso y la maquinita kodak

manchada con café,

gotea y apenas una guerra, estropea este silencio


y en medio de las sangres piensas (si es que piensas)

en un triste consuelo: lo amado fue lo amado,

lo odiado fue lo odiado y todo estuvo bien o mal,

dependiendo del humor con que vivías.

Hoy todo se va, nada llega