Hasta 2019 Villa Grande fue la residencia de Franco Zeffirelli. Entre flores de plástico, decenas de fotos con actores de Hollywood y un sinfín de baratijas muy kitsch, el director de películas como Romeo y Julieta y Hermano Sol, hermana Luna pasó los últimos años de su vida. Zeffirelli, que no era propiamente un ahorrador, tenía problemas de dinero y hace veinte años estuvieron a punto de desahuciarle. Intervino así su amigo Silvio Berlusconi, que compró Villa Grande –Zeffirelli fue senador con Forza Italia en los noventa– y dejó vivir gratuitamente al bueno de Franco hasta que la muerte se lo llevó. Luego, el Cavaliere se mudó a esta lujosa villa en el sur de Roma, en la Appia antigua. Tras su época dorada, Villa Grande volvió a ser estos últimos días uno de los escenarios principales de un guion –muy cutre, todo sea dicho– escrito hace tiempo: el del asesinato político de Mario Draghi.
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