El ex primer ministro finlandés Alexander Stubb reflexiona sobre la invasión rusa de Ucrania, por qué hay que parar los pies a Vladímir Putin y qué se puede aprender de la experiencia finlandesa
Pocos años después de la caída del bloque socialista, Finlandia empezó una cooperación militar con la OTAN que no ha hecho más que profundizarse en las últimas tres décadas. En 1995, el país entró en la Unión Europea y dio carpetazo definitivo a medio siglo de 'neutralidad'. Los finlandeses son los primeros en rechazar que su modelo sea deseable para Ucrania. Entre ellos, el ex primer ministro Alexander Stubb, quien entre 2008 y 2016 ocupó las carteras de Exteriores y Finanzas, además de liderar el Gobierno finlandés durante un año. Ahora es profesor en el Instituto Universitario Europeo de Florencia, desde donde atiende a El Confidencial a través de una videollamada para explicar su visión de la invasión rusa con la perspectiva que da compartir 1.340 kilómetros de frontera con la Rusia de Putin.
PREGUNTA. ¿Por qué no podemos aplicar la ‘finlandización’ a Ucrania?
RESPUESTA. La ‘finlandización’ es un concepto que solo puede ser sugerido por aquellas personas que no entienden lo que significa. En esencia, consiste en la sumisión, en el sacrificio de tus valores frente a un gran agresor, en la limitación de tu espacio de maniobra, de tu soberanía, de tu autonomía, de tu democracia. Estamos viendo la europeización y ya hemos visto durante muchos años la democratización de Ucrania. La 'finlandización' no solo fue un periodo oscuro en la historia de Finlandia, sino que tampoco es en absoluto una solución para la crisis actual. La gente que habla de ello debería olvidarlo.