Si no viniéramos del pasado pensaríamos que este verano inclemente es la estación final. La famélica delgadez de los arbustos del parque, su último destino. Parásitas en lugar de hojas, tiñas a cambio de flores.
Una grisura persistente, un tiempo de espera.
Está escrito que todo pasará, también este silencio.
Temprano