Miércoles 8. Intento trabajar en esta tarde de septiembre. Debo hacer esfuerzos para no dejarme invadir por imágenes, voces y rostros de aquel 11 de septiembre de 1973, cuando Salvador Allende murió en el palacio presidencial bombardeado mientras el exterminio de los que pedían justicia ocupaba Chile. Es una historia que llevo incrustada en los huesos. Preparo la entrevista que le haré mañana a Patricio Guzmán, autor del premiado documental La batalla de Chile, que rescata la historia de los mil días de Allende en el poder y que este fin de semana, 31 años después de recuperada la democracia, por primera vez será exhibido por la televisión de mi país. De pronto, siento el repiquetear incesante de mi celular.
La noticia viene de Nicaragua: el Ministerio Público ordenó el arresto del escritor Sergio Ramírez Mercado, Premio Miguel de Cervantes, exvicepresidente sandinista de su país. Al hombre respetado y admirado por su rol en la derrota del dictador Anastasio Somoza, en la construcción de la democracia de su país, y de un enorme talento literario, lo acusan de tres delitos: “actos que fomentan e incitan al odio y la violencia”, “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional” y “lavado de dinero, bienes y activos”. Increíble.
Sergio Ramírez no calla. Desde algún lugar fuera de Nicaragua, respondió al acoso del presidente Daniel Ortega y su vicepresidenta y esposa Rosario Murillo: