José Joaquín Brunner - SOBRE LAS CANDIDATURAS A LA PRESIDENCIA DE CHILE

 


Las alternativas presidenciales están, por primera vez, prontas en el punto de partida para arrancar la competencia por el voto del 21 de noviembre próximo. Hay dos grupos de candidatos.

Por un lado, un grupo de contendientes principales, que expresan organizaciones y movimientos colectivos y se aproximan a la esfera política con una visión programática que trasciende a su propio carisma personal. Está compuesto por cinco competidores que, según el orden alfabético, son: Ancalao (Lista del Pueblo), Boric (Apruebo Dignidad, alianza del FA, el PC y asociados), J.A. Kast (Partido Republicano), Provoste (Unidad Constituyente, ahora Nuevo Pacto Social, ex Nueva Mayoría y grupos incorporados recientemente) y Sichel (Chile Podemos +, ex Chile Vamos y grupos que se suman a esta candidatura)

Por otro lado aparece un grupo secundario y variopinto de candidatos que responden a su propio deseo de figurar en tal rol, entre ellos tres que ya lo han intentado antes, (Artés, Parisi y Enríquez-Ominami), uno de ellos varias veces (ME-O), y un cuarto que busca probar suerte en el mercado electoral por primera vez (Lorenzini). Se caracterizan por no tener el respaldo de alguna dinámica social o electoral de importancia, descansando más bien en su propia iniciativa individual y figuración previa a través de los medios de comunicación. Por cierto, su impronta mediática y marca personal podrían acarrearles un número significativo de votos en la primera vuelta —¿10% o más en conjunto?— desordenando los resultados de la competencia principal. Pero, aún así, no parecen ofrecer alternativas de gobernabilidad sino que representan emprendimientos individuales de posicionamiento de marca en el mercado de las preferencias popularesSGUIR LEYENDO>>