Alejandro San Francisco - MOVIMIENTOS GENERACIONALES EN CHILE



La victoria de Gabriel Boric en las primarias de la izquierda significó un ajuste muy potente en el escenario político nacional, lo que ha llevado a muchos periodistas y analistas a intentar explicar el fenómeno detrás de una candidatura que hace solo unas semanas no aparecía con posibilidades reales de éxito. Hoy, por el contrario, es una de las dos figuras con más opciones de asumir la Presidencia de la República a partir del 11 de marzo de 2022.

De inmediato ha surgido interés por conocer mejor al candidato Boric, y aparecen en la prensa y las redes sociales aspectos de su biografía: mientras algunos destacan su liderazgo, visión de país y esperanzas de cambio, otros prefieren concentrarse en sus defectos, errores pasados y su tolerancia o apoyo hacia la violencia política. Sin embargo, creo que no se puede abordar seriamente el caso Boric sin comprenderlo como parte de un proyecto generacional, con un éxito relativo hasta ahora y sin duda con una proyección que le permitirá eventualmente ser la fuerza política más determinante en el Chile de las próximas décadas.

Los movimientos generacionales tienen al menos dos caras. La primera está marcada por el fin de una época, por el quiebre cultural o político del tiempo que, por distintas circunstancias, llega a su fin. La segunda es el surgimiento de un conjunto de personas, un grupo –movimiento, partido o corriente de pensamiento– que se coordina, organiza y tiene impacto, definiendo en alguna medida el futuro que vendrá.

José Ortega y Gasset, en El tema de nuestro tiempo (incluido en el Tomo III de sus Obras Completas, Barcelona, Taurus, 2017 [Primera edición, 1923]), reflexiona sobre los cambios de época y de pensamiento, que en ocasiones se expresa en “una actitud beligerante ante el pasado inmediato”, contradicción en la cual emergen dos grupos: “de un lado, la gran masa mayoritaria de los que insisten en la ideología establecida; de otro, una escasa minoría de corazones de vanguardia de almas alerta, que vislumbran a lo lejos zonas de piel aún intacta”, minoría que “vive condenada a no ser bien entendida”. En otro plano, el filósofo español define que “las variaciones de la sensibilidad vital que son decisivas en la historia se presentan bajo la forma de una generación”, que no son ni hombres egregios ni la masa, sino “un nuevo cuerpo social íntegro, con su minoría selecta y su muchedumbre”. Aunque parece exagerar cuando sostiene que la generación “es el concepto más importante de la historia”, sin duda el pensador contribuye a interpretar el cambio histórico y sus proyecciones.

Recambio generacional

Si tuviéramos que distinguir algunos movimientos generacionales relevantes y decisivos en el Chile del siglo XX, me parece que hay dos que destacan especialmente: la Falange Nacional y el Movimiento Gremial de la Universidad Católica de Chile.      SEGUIR LEYENDO>>