Algo ha pasado con los mirlos,
ya no vienen o apenas vienen,
antes, tan confianzudos, cantaban
hasta parados sobre mi cabeza:
Ayer recién vi a uno, volando bajo,
como si le pesaran las alas,
como si tuviera miedo de ser un mirlo.
como si le pesaran las alas,
como si tuviera miedo de ser un mirlo.
Algo ha pasado con los mirlos,
su lugar ha sido ocupado por palomas
guerreras y carnívoras que vienen
de otro país, dicen que de un país
donde no ha vivido ni muerto nadie.
Algo ha pasado conmigo,
ya no busco la piedra filosofal en el camino
y los zapatos me pesan como zancos
y no me río como los peces en el agua.
Algo ha pasado con este invierno,
que sin irse, vuelve. Pero no te preocupes:
El amor que por ti siento, nunca lo he olvidado.
Pese al vacío que han dejado: los mirlos.