Una canción, “Patria y vida”, ha puesto a la defensiva a la dictadura cubana y la ha obligado a reaccionar públicamente. Esto es relativamente nuevo. En muchas otras ocasiones, el régimen de La Habana sencillamente ignoraba la canción —el libro, artículo, declaración o persona— que la cuestionaba. La estrategia oficial favorita ante un asunto incómodo era aparentar que no existía. O reprimir y censurar.
En esta ocasión —con un tema que se hizo viral con más de dos millones de vistas en YouTube y que se puede escuchar fácilmente en Cuba a través de internet— la tiranía tuvo que bailar al ritmo que le pusieron.
La popularidad de la canción y su difusión en las redes sugiere que los cubanos le están perdiendo el miedo a los agentes de la seguridad del Estado. Perder el miedo (o controlarlo) es siempre el primer paso antes de un cambio importante.
En esta ocasión —con un tema que se hizo viral con más de dos millones de vistas en YouTube y que se puede escuchar fácilmente en Cuba a través de internet— la tiranía tuvo que bailar al ritmo que le pusieron.
La popularidad de la canción y su difusión en las redes sugiere que los cubanos le están perdiendo el miedo a los agentes de la seguridad del Estado. Perder el miedo (o controlarlo) es siempre el primer paso antes de un cambio importante.