Una solución pacífica a la crisis de Venezuela requiere de sus fuerzas políticas y sociales internas y del apoyo internacional. Por eso solicitamos a la Unión Europea y al gobierno venezolano que detengan la escalada hostil que comenzó con “sanciones” y que ya produjo desgraciadamente, sin ninguna justificación moral o política, la “sanción” a un miembro opositor del CNE, y continuó con la expulsión de la Embajadora de la UE.
En desventaja, en medio de abusos y agresiones del gobierno, las fuerzas democráticas ocuparon terrenos institucionales, hasta ganar abrumadoramente la mayoría de la A.N en 2015, pero luego desandan el camino y hoy se encuentran en la peor situación desde que comenzó este trayecto.
El intento de boicot a las elecciones, despilfarró el poder institucional representativo, que permite defender los intereses de la comunidad. La tragedia social que vivimos, la gestó el modelo económico del gobierno, como ha ocurrido en los demás países que aplicaron algo parecido. Pero se potencia con “sanciones” que, en vez de cumplir el papel para el que las concibieron, da resultados contrarios.
La pandemia y la falta de acceso a recursos para importar vacunas y alimentos, añade calamidades a la población. La Unión Europea, por su tradición de inteligencia en resolver conflictos, es no solo necesaria sino imprescindible. Conversaciones y negociaciones entre los factores políticos y sociales, con el apoyo de los países amigos, pueden flexibilizar posiciones extremas y reinstitucionalizar la democracia. Lo demás ha fracasado al darle poderes casi absolutos a un gobierno en ínfima minoría social, que por ausencia de oposición, se convirtió en mayoría política.
El Tratado de Esquipulas de 1983-1985, modelo de participación virtuosa de la comunidad internacional en un conflicto. Pacificó, no solo a Nicaragua, el epicentro de la violencia, sino a Guatemala y Honduras. Fue obra del grupo de Contadora, mediador, con la confianza de las partes beligerantes. Europa puede ayudar a bajar la tensión política, neutralizar los extremos a través del diálogo y recuperar la confianza en el voto.
Hoy incluso gran parte de quienes han defendido la abstención reconocen su error y se disponen a participar.
Solicitamos respetuosamente al Consejo de la Unión Europea medidas para evitar que se agrave la crisis humanitaria compleja. Y que contribuya a que elecciones de gobernadores, alcaldes, organismos colegiados locales, sea un paso para la reinstitucionalización.
Firmas:
Alirio Pérez Lo Presti, Ángel Rangel, Carlos Raúl Hernández, Eddi Rosales, Francisco Rodríguez, Francisco Kico Bautista, Jesús Chúo Torrealba, Jesús Seguías, Indira Urbaneja, Lauren Caballero, Leonardo Carvajal, María Verdeal, Manuel Felipe Sierra, Mercedes Malavé, Mibelis Acevedo, Ramón Arturo Aular, Simón García, Víctor Cadet, Vladimir Villegas.