Anton Julian - LOS HIJOS DEL ABISMO

 


¿Tendría sentido el amor

si viviéramos en el cielo,

en la eternidad, en ese lugar

sin ayer, ni hoy ni mañana?

Todo indica que no,

el amor viene del miedo

de la seguridad inevitable

que nos proporcionan los ojos

de la niebla, de lo que se va

y no viene, del agua del mar

que se nos escurre entre los dedos.


Somos los hijos del abismo,

si todo esto tiene un sentido,

será ese, nuestra propia perdición.


El amor no se hizo para los dioses,

sino para la piel que se piensa

a sí misma, mientras la mirada

pierde su brillo, cada mañana,

y el oído se acostumbra al silencio

y somos una vez más los mismos

que una vez llegaron para irse

y todavía, a pesar de todo, no se van


La paradoja de esta cueca triste

es que el amor no ama a la muerte

sino a la eternidad de la vida toda


De tal modo que repito:


Somos los hijos del abismo,

si todo esto tiene un sentido,

será ese, nuestra propia perdición.