Hace cuatro años, la inesperada victoria de Donald Trump provocó una sacudida en los cimientos de la teoría política estadounidense. Los equilibrios de poder diseñados por los fundadores de la nación no habían servido para frenar la llegada de un populista a la Casa Blanca, y pronto comenzaron a sucederse los ensayos de firmas notables que aspiraban a explicar lo ocurrido. ‘El pueblo contra la democracia’ (Paidós), del alemán nacionalizado estadounidense Yascha Mounk (Múnich, 1982), fue uno de los intentos que entonces más se celebraron y que hoy parece haber sobrevivido a la derrota del republicano. La razón es sencilla: si Trump era un vector destacado del fenómeno populista global, su salida de la sala de mandos da pie a analizar cómo marcha la partida entre democracia y autoritarismo. Mounk, profesor en la prestigiosa Universidad John Hopkins y colaborador de la revista ‘The Atlantic’, se conecta a la videollamada desde su casa en Nueva York una mañana de finales de noviembre en la que Trump aún despliega su retórica incendiaria contra el resultado electoral.
Hace cuatro años, la inesperada victoria de Donald Trump provocó una sacudida en los cimientos de la teoría política estadounidense. Los equilibrios de poder diseñados por los fundadores de la nación no habían servido para frenar la llegada de un populista a la Casa Blanca, y pronto comenzaron a sucederse los ensayos de firmas notables que aspiraban a explicar lo ocurrido. ‘El pueblo contra la democracia’ (Paidós), del alemán nacionalizado estadounidense Yascha Mounk (Múnich, 1982), fue uno de los intentos que entonces más se celebraron y que hoy parece haber sobrevivido a la derrota del republicano. La razón es sencilla: si Trump era un vector destacado del fenómeno populista global, su salida de la sala de mandos da pie a analizar cómo marcha la partida entre democracia y autoritarismo. Mounk, profesor en la prestigiosa Universidad John Hopkins y colaborador de la revista ‘The Atlantic’, se conecta a la videollamada desde su casa en Nueva York una mañana de finales de noviembre en la que Trump aún despliega su retórica incendiaria contra el resultado electoral.