1.
LA COMEDIA DEL ABSURDO
Enredados en mezquindades y divisiones internas no fueron capaces de ponerse de acuerdo para escoger un candidato único en 2018 y sacaron el comodín de la falta de condiciones para llamar a no votar y regalarle sin pelear y sin obligarlo a hacer un fraude, la presidencia a Maduro.
Una ciudadanía atemorizada frente a la posibilidad de tener al autoritario en Miraflores por los próximos seis años, y con unas condiciones de vida que no dejaban de empeorar después de aquel 20m, recuperó sin embargo la esperanza con la llegada de la nueva directiva de la Asamblea Nacional en enero de 2919: Y puso en el joven liderazgo de su presidente todas las expectativas para protegerse de esa caída al vacío que ya presentía.
Pero no hubo la prometida lucha por mejores condiciones electorales. El presidente de la Asamblea se juramentó presidente encargado de Venezuela toda e hizo promesas que no estaba en condiciones de cumplir.
Vino entonces el triste espectáculo de golpe fallido en la autopista una mañana de abril. La soledad de los prometedores de libertad que quedó reducida ese día a excusas de militares que no hicieron lo que habían prometido y al cambio de sitio de encierro del líder detrás del líder. A partir de ahí, y aunque siguieron vociferando sus promesas de libertad, la lucha ya estaba herida de muerte porque había mostrado intenciones que no todos estábamos dispuestos a apoyar.
La herida que se abrió el 30 de abril, y que no dejó de sangrar durante meses distanciando a dirigentes de dirigidos, terminó en tiro de gracia en una playa de Macuto que el gobierno aprovechó para terminar de colgarles al cuello el cartel de conspiradores que necesitaba para desestimular, de ser posible para siempre, la organización de las filas opositoras que pudo vencerlo.
Enfrentados a unas elecciones parlamentarias en las que no solo se puede perder la mayoría en el órgano legislativo, sino que se corre el riesgo de que esa oposición apoyada por muchos países desaparezca para siempre convertida en triste sucedáneo de gobierno en algún lugar del exilio, quienes se equivocaron desde el principio, aunque nunca lo hayan reconocido, llaman con todas sus fuerzas, otra vez, a no votar para regalarle también la Asamblea a Maduro
Y como parte de un último acto de esta comedia del absurdo, pasadas las elecciones y en medio del festejo de quienes sin tener apoyo popular obtendrán la mayoría, nos proponen una consulta.
Después de tantos errores cometidos por iniciativa propia y sin consultarnos nada, ¿qué nos quieren preguntar?
2.
EL DÍA DESPUÉS
-¿Qué va a pasar después de 6D? ¿Qué vamos a hacer cuando después de la tormenta de descalificaciones entre quienes nos oponemos a los que están en el poder veamos como Diosdado, Cilia, Iris y hasta el hijo de Nicolás junto a otros tan malos como ellos celebren haberse apoderado de la Asamblea Nacional que hace cinco años pudimos arrebatarles?
¿Como enfrentaremos, en medio de su festejo, la sensación de vacío y desamparo frente a la exhibición de fuerza de parte de quienes debieron haber visto debilitada la suya por el ejercicio de la nuestra?
¿De qué manera manejará esta oposición golpeada al extremo de no ver opciones en su futuro la presencia del adversario en el lugar que hoy es el único poder en sus manos y que debió ser usado por quienes ahí llegaron por nuestros votos en 2015 para con su mayoría, conectarse con las aspiraciones de la ciudadanía y acompañar la lucha de todos?
Y más aún, ¿de qué forma una consulta hecha por redes sociales unos días después del acto consumado para preguntar lo mismo que han repetido hasta el cansancio sin ningún resultado y sin ninguna posibilidad de cambiar algo, podrá mitigar la frustración de ver como los que todos los días acusamos de ser responsables del desastre que vivimos se apoderaron del órgano legislativo sin ni siquiera tener la necesidad de hacer un inmenso fraude?
No hay antídoto eficaz en contra del desengaño y la desolación colectiva cuando el resultado de los errores se presenta de forma inocultable, con nombres y rostros que debieron ser los de otros. Otros que siguen entretenidos en simbolismos que no podrán producir cambios porque el lugar en el que los cambios suceden, fue abandonado.
Tendremos que ser muy fuertes para sobrevivir a la crisis que se agudizará a partir de enero y al efecto devastador de la inercia que algunos insisten en llamar lucha por la libertad. Ojalá nuestras fuerzas nos alcancen para, con lo que tengamos, volver a empezar.
3.
VOTAR ENTRE DOS FUEGOS
Por supuesto que en una elección a la que se presentan miles de candidatos no todos son buenos. Y, mucho menos, todos son malos. El “ninguno sirve“ es una más de esas frases trilladas que muchos repiten porque otros las dicen y porque, además, sirven para justificar posturas a falta de mejores argumentos.
A las elecciones del 6D van mujeres y hombres comprometidos con la ruta democrática que nunca debimos abandonar después de la victoria de 2015. Venezolanos convencidos de que la lucha política se debe dar con más fuerza en la adversidad y, sobre todo, comprometidos con las aspiraciones de muchos que no vemos en el abandono de esa vía la salida del atolladero en el que pretenden mantenernos atrapados los extremos.
Avanzando entre dos fuegos, recibiendo disparos desde el poder y desde una oposición que renunció a lo electoral para buscar atajos, hay mujeres y hombres honrados que intentan despejar de obstáculos y limpiar de malezas el camino que los que no quieren que la mayoría se exprese fueron poniendo para que no lo recorramos.
Atacados por todos, despreciados por un sector de la oposición que —aunque llegó con votos a tener la cuota de representación que hoy ostenta— perdió el rumbo y, con ello, la conexión con la mayoría de una ciudadanía abandonada a su suerte. Después de intentos fallidos de golpe y amenazas de invasión, que no se produjeron, ellos saben que perderemos la mayoría de la AN. Pero saben también que obtendrán un lugar en ese nuevo Parlamento. Un lugar que evitará que la oposición desaparezca. Un lugar para buscar soluciones a los problemas más urgentes que aquejan a este pueblo desesperado. Un lugar para frenar las intenciones del partido de Gobierno de quedarse con todo y para siempre.
Por esas mujeres y esos hombres que han desafiado a los dos que nos quieren quietos, por los que no se rindieron, por los que se negaron a claudicar frente a la adversidad, por la ciudadanía que no cree en opciones que nunca estuvieron sobre la mesa, por los que no fantasearon con marines ni golpes de Estado, por esas voces que, aun siendo minoritarias, nos representarán en el Parlamento, votaré el 6D.