Los miembros de la banda "La Gente Plástica del Universo",
banda contestaría de rock, fueron condenados a prisión por sus
posiciones contra el régimen comunista de Checoslovaquia. Corría
1976 y las protestas contra la sentencia de 8 a 18 meses por
"perturbar la paz", agotaron precisamente la paz de Praga y
cristalizaron un amplio movimiento que clamaba por democracia,
respeto a los derechos ciudadanos, según garantizaba la propia ley
checa, y la ampliación de las libertades civiles. Este movimiento,
heredero de la "revolución con rostro humano" de 1968,
llevó finalmente a la caída del régimen comunista checo en 1989 y
a Vaclav Havel, su mas destacado miembro, a la presidencia.
20 años mas tarde, se escucha en Cuba
el eco tropical de ese movimiento checo por la ampliación de las
libertades civiles y la democratización de la sociedad, cuando otro
músico, el rapero Denis Solís, del Movimiento San Isidro, es
condenado a prisión. "Cansados de estar cansados",
"hastiados de esperar", este movimiento de artistas cubanos
que hacen vida cultural en una casa medio derruida del barrio de San
Isidro de la popular zona de Centro Habana, salta a la atención de
la sociedad cubana y del mundo cuando la protesta por su liberación,
en un inédito plantón frente al Min Cultura, articula rápidamente
a varios movimientos de la sociedad civil cubana, quienes reconocen
que la lucha por la libertad de Denis es la lucha por las libertades
de todos.
Aunque el diálogo con el Min. Cultura
se frustra, como era previsible, provocando el rechazo inclusive
de los intelectuales del establishment cubano,
como Silvio Rodríguez; el hecho da paso al nacimiento del Movimiento
27-N, una amalgama de diversos grupos sociales cubanos, cada uno con
agenda propia, que han convergido a favor de la ampliación de las
libertades civiles y contra el estado de pobreza generalizado en la
isla.
El movimiento ha "prendido" en
la sociedad cubana, en gran parte gracias a las redes sociales en
general, pero a Facebook en particular, y revitalizado la protesta
desde su giro artístico intelectual, a pesar de
las descalificaciones de
discurso desde el Estado; de la embestida
fascista que representan los conocidos "actos
de repudio"; la vigilancia permanente sobre los disidente y
prohibición de salida de sus hogares por parte de la Seguridad del
Estado, y la prisión.
Ninguna de estas acciones, sin embargo,
han logrado amedrentar al movimiento, que ha mantenido diversas
iniciativas de protesta, tal y como lo anunciaron en su última rueda
de prensa, como el "Guaguancuir"
virtual de hace unos días, o la protesta
del silbido; expresiones de la inconformidad desde la gente del
común, de aquellos con preocupaciones "comunes" y que se
diferencian de los demás solo porque dicen en voz alta lo que los
demás no pueden, o no tienen el valor, o no les conviene, o no les
interesa, decir. Es precisamente esta condición de gente común que
se valen del arte para manifestar su protesta, lo que trae
descolocado al poder. Los eventos desencadenantes de los grandes
sucesos de cambio político de la historia, por lo general han estado
asociados a frustraciones puntuales y pequeños eventos
catalizadores; mas que a grandes planes y conspiraciones.
Los miembros de la banda "La Gente Plástica del Universo", banda contestaría de rock, fueron condenados a prisión por sus posiciones contra el régimen comunista de Checoslovaquia. Corría 1976 y las protestas contra la sentencia de 8 a 18 meses por "perturbar la paz", agotaron precisamente la paz de Praga y cristalizaron un amplio movimiento que clamaba por democracia, respeto a los derechos ciudadanos, según garantizaba la propia ley checa, y la ampliación de las libertades civiles. Este movimiento, heredero de la "revolución con rostro humano" de 1968, llevó finalmente a la caída del régimen comunista checo en 1989 y a Vaclav Havel, su mas destacado miembro, a la presidencia.
20 años mas tarde, se escucha en Cuba el eco tropical de ese movimiento checo por la ampliación de las libertades civiles y la democratización de la sociedad, cuando otro músico, el rapero Denis Solís, del Movimiento San Isidro, es condenado a prisión. "Cansados de estar cansados", "hastiados de esperar", este movimiento de artistas cubanos que hacen vida cultural en una casa medio derruida del barrio de San Isidro de la popular zona de Centro Habana, salta a la atención de la sociedad cubana y del mundo cuando la protesta por su liberación, en un inédito plantón frente al Min Cultura, articula rápidamente a varios movimientos de la sociedad civil cubana, quienes reconocen que la lucha por la libertad de Denis es la lucha por las libertades de todos.
Aunque el diálogo con el Min. Cultura se frustra, como era previsible, provocando el rechazo inclusive de los intelectuales del establishment cubano, como Silvio Rodríguez; el hecho da paso al nacimiento del Movimiento 27-N, una amalgama de diversos grupos sociales cubanos, cada uno con agenda propia, que han convergido a favor de la ampliación de las libertades civiles y contra el estado de pobreza generalizado en la isla.
El movimiento ha "prendido" en la sociedad cubana, en gran parte gracias a las redes sociales en general, pero a Facebook en particular, y revitalizado la protesta desde su giro artístico intelectual, a pesar de las descalificaciones de discurso desde el Estado; de la embestida fascista que representan los conocidos "actos de repudio"; la vigilancia permanente sobre los disidente y prohibición de salida de sus hogares por parte de la Seguridad del Estado, y la prisión.
Ninguna de estas acciones, sin embargo, han logrado amedrentar al movimiento, que ha mantenido diversas iniciativas de protesta, tal y como lo anunciaron en su última rueda de prensa, como el "Guaguancuir" virtual de hace unos días, o la protesta del silbido; expresiones de la inconformidad desde la gente del común, de aquellos con preocupaciones "comunes" y que se diferencian de los demás solo porque dicen en voz alta lo que los demás no pueden, o no tienen el valor, o no les conviene, o no les interesa, decir. Es precisamente esta condición de gente común que se valen del arte para manifestar su protesta, lo que trae descolocado al poder. Los eventos desencadenantes de los grandes sucesos de cambio político de la historia, por lo general han estado asociados a frustraciones puntuales y pequeños eventos catalizadores; mas que a grandes planes y conspiraciones.
AMERICA IS BACK
La dura crisis económica que atraviesa
la isla, semejante a la época del período especial de los noventa,
debido al doble golpe de la debacle total venezolana (su principal
benefactor) y el impacto devastador de la pandemia sobre su industria
turística (principal generadora de divisas); obliga al régimen de
La Habana a ser inusualmente tolerante con los disidentes, so pena de
que cualquier cuestionamiento sobre su récord en Derechos Humanos
pueda obstaculizar su eventual solicitud de ayuda a Europa y a Biden
para apalear la crisis, especialmente ahora que parece mermar
el apoyo ruso.
Con Cuba necesitada de una negociación
que le permita apalear la crisis; una nueva administración
inagurándose en los Estados Unidos, ansiosa de mostrar resultados
donde Trump fracasó y que regresa al multilateralismo como
principio de su política exterior, se abre también una oportunidad
para desbloquear el juego trancado en Venezuela donde, por efecto de
la real politik, Guaidó pasa a un plano secundario,
sino a desaparecer del todo. Es sobre este escenario que se podría
construir una solución que le ofrezca réditos políticos a todas
las partes y permita la reconstrucción de las las relaciones en las
Américas, tan golpeadas durante la última administración
norteamericana.
Wishful thinking? Posiblemente, pero los
optimistas no podemos mas que apostarle al mejor escenario. El viento
que levanta San Isidro pudiera hacerlo posible.
La dura crisis económica que atraviesa la isla, semejante a la época del período especial de los noventa, debido al doble golpe de la debacle total venezolana (su principal benefactor) y el impacto devastador de la pandemia sobre su industria turística (principal generadora de divisas); obliga al régimen de La Habana a ser inusualmente tolerante con los disidentes, so pena de que cualquier cuestionamiento sobre su récord en Derechos Humanos pueda obstaculizar su eventual solicitud de ayuda a Europa y a Biden para apalear la crisis, especialmente ahora que parece mermar el apoyo ruso.
Con Cuba necesitada de una negociación que le permita apalear la crisis; una nueva administración inagurándose en los Estados Unidos, ansiosa de mostrar resultados donde Trump fracasó y que regresa al multilateralismo como principio de su política exterior, se abre también una oportunidad para desbloquear el juego trancado en Venezuela donde, por efecto de la real politik, Guaidó pasa a un plano secundario, sino a desaparecer del todo. Es sobre este escenario que se podría construir una solución que le ofrezca réditos políticos a todas las partes y permita la reconstrucción de las las relaciones en las Américas, tan golpeadas durante la última administración norteamericana.
Wishful thinking? Posiblemente, pero los optimistas no podemos mas que apostarle al mejor escenario. El viento que levanta San Isidro pudiera hacerlo posible.