-¿Qué va a pasar después de 6D? ¿Qué vamos a hacer cuando después de la tormenta de descalificaciones entre quienes nos oponemos a los que están en el poder veamos como Diosdado, Cilia, Iris y hasta el hijo de Nicolás junto a otros tan malos como ellos celebren haberse apoderado de la Asamblea Nacional que hace cinco años pudimos arrebatarles?
¿Como enfrentaremos, en medio de su festejo, la sensación de vacío y desamparo frente a la exhibición de fuerza de parte de quienes debieron haber visto debilitada la suya por el ejercicio de la nuestra?
¿De qué manera manejará esta oposición golpeada al extremo de no ver opciones en su futuro la presencia del adversario en el lugar que hoy es el único poder en sus manos y que debió ser usado por quienes ahí llegaron por nuestros votos en 2015 para con su mayoría, conectarse con las aspiraciones de la ciudadanía y acompañar la lucha de todos?
Y más aún, ¿de qué forma una consulta hecha por redes sociales unos días después del acto consumado para preguntar lo mismo que han repetido hasta el cansancio sin ningún resultado y sin ninguna posibilidad de cambiar algo, podrá mitigar la frustración de ver como los que todos los días acusamos de ser responsables del desastre que vivimos se apoderaron del órgano legislativo sin ni siquiera tener la necesidad de hacer un inmenso fraude?
No hay antídoto eficaz en contra del desengaño y la desolación colectiva cuando el resultado de los errores se presenta de forma inocultable, con nombres y rostros que debieron ser los de otros. Otros que siguen entretenidos en simbolismos que no podrán producir cambios porque el lugar en el que los cambios suceden, fue abandonado.
Tendremos que ser muy fuertes para sobrevivir a la crisis que se agudizará a partir de enero y al efecto devastador de la inercia que algunos insisten en llamar lucha por la libertad. Ojalá nuestras fuerzas nos alcancen para, con lo que tengamos, volver a empezar.