"Chile es una transición ejemplar en muchos sentidos, pero su faceta más importante fue la cooperación, la unidad de la oposición política, la colaboración entre los partidos que representaban al centro y la izquierda", agrega.
"Uno de los logros de los chilenos los años 1988, 1989 y 1990 es que los políticos de centro y de izquierda buscaron un nuevo modo de hacer política en relación a lo que habían hecho en los años 60 y 70. La polarización entre el partido demócrata cristiano y la izquierda tuvo un papel importante en el colapso de la democracia en Chile en 1973.
"Esos políticos aprendieron de sus errores, aprendieron durante Pinochet cuál era el costo de la polarización y pudieron establecer nuevas reglas del juego que permitieran hacer funcionar la democracia. Y eso me parece que fue uno de los logros y una de las lecciones más importantes de la transición chilena", afirma Levitsky. SEGUIR LEYENDO >>