Quiero afirmar sin tapujos ni omisiones,
que vivir es un oficio interesante,
donde uno puede observar -de pronto- algunas cosas bellas
como un primer amor, por ejemplo,
como un último amor, por ejemplo,
como un planeta rojo que pasa muy cerca de tu casa, por ejemplo,
como el devenir radioactivo de los insectos, por ejemplo,
como las malvas cuando imitan el acto de la creación, por ejemplo,
como mueren los elefantes y alimentan la tierra, por ejemplo.
quiero dejar en claro que vivir no es un milagro sino el resultado de siglos de evolución los que en el ojo de el-que-todo-lo-sabe no son sino fracciones de segundos en un universo que se está haciendo poco a poco a partir de las contradicciones objetivas provenientes del choque perpetuo que se da entre el vacío de la nada y el curso de un río sin agua que nació desde donde nadie sabe donde
y por cierto, en los agujeros negros
y en los agujeros blancos
del espacio infinito
Quiero especificar que para mí los seres humanos no existen.
Que solo hay luciérnagas, cada una con su linterna
en busca de la luz divina,
luz que no es más que la luz de la linterna
con la que buscas la luz divina.
Quiero dejar por último constancia de que dios
está en todas las cosas,
y en ninguna a la vez
Puede ser en el brillo de tus ojos,
o en la lágrima del cocodrilo,
Puede ser en la gota de agua que cae y cae
o en el asombro inaudito de estar viviendo aquí,
en este cobijo
escribiendo y musitando, mirando y siendo.