No voy a pelear a combo limpio
los maleantes vienen y van,
son las heces del demonio,
la maldad en su pureza,
los que escupen sobre todo
lo que uno ama, y no queda más que luchar,
de espalda a la pared, cuchilla limpia,
en la mano, filudita de ambos lados,
brillante como un oro, aún fuera de uso,
pero ávida de sangre mala.
Los he de enfrentar sin buscarlos,
voy a resistir asedios, ofensas y odios,
mal paridos, hijos de putas, conchas de su madre,
atrévanse ahora que estoy armado,
libre de amores y desencantos,
sin esperanzas ni planes,
dispuesto a morir si es necesario,
para defender la dignidad de la uva
y mi derecho universal a ser humano.
Vengan,
atrévanse,
uno a uno,
o de a dos
o de a tres.
Los espero