¿Turquía es la nueva Rusia? En las capitales europeas esta pregunta surge cada vez con más frecuencia en tanto el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, adopta una política exterior más agresiva. Además de utilizar la migración para amenazar y manipular a la Unión Europea, Erdoğan también ha venido desplegando poder militar para expandir la esfera de influencia de Turquía en toda la región.
Desde el fin de la Guerra Fría, los europeos han visto la seguridad regional a través de una lente occidental unipolar. Mientras la OTAN garantizaba seguridad militar, la UE –con su reglamento de 80.000 páginas para todo desde los derechos LGBTQ hasta las ordenanzas de ruido de las cortadoras de césped- ofrecía orden legal. Allá por los años 1990, se daba por sentado que los dos grandes actores regionales no occidentales, Rusia y Turquía, gradualmente se adaptarían a este acuerdo.