Andreu Jaume - LA MUERTE DE LA IMAGINACIÓN


Cuando en 1950 Lionel Trilling publicó La imaginación liberal, Occidente se preparaba para una larga guerra fría y Estados Unidos estaba a punto de dar comienzo a la caza de brujas del macartismo. Trilling era un conocido liberal y un declarado anticomunista, pero en su libro, que fue un éxito de ventas y consolidó su reputación como crítico, lejos de llevar a cabo una apología de su credo ideológico, se preocupó sobre todo por denunciar la indigencia literaria que el liberalismo estadounidense había generado, aprovechando la ocasión para estudiar a fondo el estado de la imaginación pública, con ejemplos que iban desde Wordsworth, Kipling y Henry James hasta el influjo de Freud, el Kinsey Report –un informe muy popular entonces sobre el comportamiento sexual de los ciudadanos– o el estatuto de la novela en su tiempo. De alguna manera, Trilling estaba aún poseído por la ansiedad que había dominado a la crítica de su país desde la década de 1920, cuando Edmund Wilson había empezado a organizar una tradición vernácula para los escritores norteamericanos, siempre a la caza de The Great American Novel, la gran ballena blanca de su imaginario común.

En aquel momento, Trilling juzgó muy severamente los resultados literarios ........................

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