Voz I
Tengo fósiles en mis entrañas
caracoles marinos
rocas
negras
en un tiempo me cubrió el océano
de mi nacen las quebradas
recojo las aguas
mis cuencos son los ríos
en invierno
la neblina me cubre
y desciende a los bajos
dos cerros gemelos me distinguen de la serranía
he visto aparearse toda clase de animales
amé los tigres
su insólita belleza
testigo soy de este valle
vi de lejos llegar una máquina moderna
abría caminos
cicatrices polvorientas
empecinados y bulliciosos hombres
como hormigas comenzaron
a desmontar la tierra
conocí el fuego
ardieron mis laderas
entendí que mis nuevos pobladores eran débiles
no podían vivir a la intemperie
necesitaban refugio
certezas
construyeron dos casas
un trapiche y un corral
hicieron grandes siembras
trajeron ganado caballos
iban y venían
sentía ternura por las niñas
pequeñas amazonas cabalgaban en los potreros
jugaban a esconderse entre las piedras
una vez vi salir un carro fúnebre
escuché el llanto de las mujeres
los hombres iban en silencio
cambió la historia
algo negro se posó entre las casas
una
mujer alimentaba los animales domésticos
al amanecer la
rodeaban
era la hora de la algarabía
la vi partir y
regresar cada vez menos
un día no volvió más
cambió
otra vez la historia
crecieron las malezas
las malas
hierbas
los bajos sentimientos
desconocidos llegaron
empuñando armas
ya no hay niñas que jueguen
Voz II
Ya escogí el lugar para fundar la Hacienda
la llamarán La
Vega
cerca del río
del lado este
en la
explanada
bordeada de montañas
no cesaré
te
juro que no cesaré
hasta poblarla de nuevas especies
razas
de ganado
frutas exóticas
escoge tú el jardín
que no falte una granada
la casa
será espaciosa
por las ventanas veremos los
cañaverales
el ganado pastando
los visitantes a lo
lejos
nuestros hijos crecerán
amparados en nuestro reino
Voz III
Seré hortelana
tendré dos sembradíos
un colorido en la entrada
el otro un conuco frondoso en el patio trasero
frondoso
me gustan las flores de las auyamas
el olor de los cafetos
los finos tallos del cebollin
entremezclar ocumos
tener yuca para los buñuelos
camburitos manzanos para los niños
sembrar la abundancia
Que nadie se quede sin
festejar
que vengan amigos y vecinos a compartir
el fruto
dulce de la tierra
el alborozo
Voz IV
...escribir poesía es una forma de vivir el exilio de la
casa,
escribo para hacer más leve el camino... C. R.
Crecimos juntas la casa y yo, los primeros cimientos y mis primeros juegos.
En el Arca de Luis y María, mis siete hermanos y en parejas: vaca y toro, gallina y gallo, yegua y caballo y un injerto, una mula. Del Árbol de la vida, pájaros, frutas, alimañas y semillas de otros árboles. De la vida que fluye, el río. La Vega se fundó para ser memoria, breve historia sembrada en tierra negra.
Estar sentada a la orilla del río, ver las nubes en sus aguas, distinguir mugidos mansos de bravíos, la vida multiplicándose en terneras, potricos, pollitos, la muerte esperando su turno en negras nubes. Cuidar tu caballo, llevarlo a beber agua, acompasarlo en el galope.
No sabías que seguirías el curso del río que se va sin regreso.
Voz V
"Esta tierra jamás ha sido nuestra" ... Eugenio
Montejo
La casa de adobe ya no es más la casa
abierta
las siluetas son fantasmas
las historias ya no son
las del rebaño
no nos libramos de la barbarie
no pudimos
proteger sus fronteras
la Cruz en el cerro
a la
usanza italiana
el rosario en la habitación
la velita
encendida
no bastaron
ya no se asoman a las
ventanas
los ordeñadores
los hombres de a caballo
los
que recogen la siembra
mamá
nombrando a Luis
hijos y
nietos
cada uno con una historia
parió una vaca en
el potrero
un toro padrote cruzó la laguna
un becerro
tiene gusanos
amansaron un potro cerrero
se quemaron las
cañas
las repetidas historias nocturnas
otra vez se
escucharon voces en el corral
los espantos en el
trapiche
aullaron los perros
en la quebrada gime
un espíritu
la barbarie es la peste
la casa
ya
no es de nadie
ni lo será la tierra
Voz VI
Largo verano
sin leche en las ubres
lejos los hijos
lejos el tiempo de malagueñas
cenizas amalgamadas
de maleza
insectos
y otras especies
crujen los huesos
un hilo de agua para abrevar la sed
-solté el ganado
ahora pasta a orillas del río
tiempo de espera
grises y humo
del residuo renacerá la tierra