Escucho a políticos quejándose. Políticos acusándose unos a otros. Políticos-víctimas. Políticos reporteros de la tragedia. Lo que no escucho, o escucho muy poco, es a políticos entregados a su función de ser políticos. A esa capacidad de sobreponerse a los obstáculos para mantener viva en la ciudadanía la esperanza de conquistar el cambio que necesitamos usando nuestra propia fuerza.
Maduro mueve sus hilos desde Miraflores para terminar de hacer pedazos a una oposición que parece haber decidido que aún siendo mayoría no puede hacer nada frente al que ya no tiene apoyo popular y que seguirá haciendo todo por alejarnos de las urnas que pondrían en evidencia su minoría.