Anton Julian - COVID-19



Nadie la detiene, avanza,
mordiendo el corazón de los vivos,
desde las noches más oscuras de la historia,
avanza,
hacia el vacío triste de tus pulmones
a robarte el aire, a robarte el alma,
avanza

¿Serán los heraldos negros de vallejo?
¿Serán los dientes fieros del demonio?

Nos escondemos en nuestras casas.
Hemos cerrado puertas y ventanas,
solo queremos vivir el tiempo que nos queda.
¿Será mucho pedir acaso?

¿Hacia donde huyó la primavera?
¿los tiempos de las flores, dónde están?
¿las risas de las muchachas que se hicieron?
¿en que lugar del infierno nos metieron?

He regado una rama de crisantemos,
son las bellas flores de la noche,
son el consuelo de los cementerios.
Recibe la rama amada, sujeta su tallo,
la vida es más frágil que un nacimiento.
Más leve que una aurora. 
Más fugaz que una mirada.
Menos que una ilusión, es una brisa.

Pues afuera,
como si el viento del mal lo arrastrara,
avanza,
como solo lo sabe hacer la muerte:
avanza.