Suerte tenga quien ame este silencio
de la palabra escrita, y tenga una amiga
con los ojos color de la madera,
para envejecer juntos.
Sólo un vago temor por esta hija
que no saldrá jamás de su niñez,
tesoro y ruina
de aquel mármol de vuestra juventud.
El humo de la pira está en tus ojos:
Suerte tenga quien ame este silencio
de la palabra escrita, y tenga una amiga
con los ojos color de la madera,
para envejecer juntos.
de la palabra escrita, y tenga una amiga
con los ojos color de la madera,
para envejecer juntos.
Sólo un vago temor por esta hija
que no saldrá jamás de su niñez,
tesoro y ruina
de aquel mármol de vuestra juventud.
El humo de la pira está en tus ojos:
Suerte tenga quien ame este silencio
de la palabra escrita, y tenga una amiga
con los ojos color de la madera,
para envejecer juntos.