Adriana Moran - ¡VOLVAMOS A LA REALIDAD!



Somos muchos los que hoy nos preguntamos por qué resulta tan difícil que quienes una vez estuvieron juntos y fueron capaces de pasar por encima de sus lógicas diferencias para acudir como uno solo a la cita electoral que les dio la victoria en 2015, hoy logren entenderse. Nos preguntamos, asustados como estamos por la sucesión de eventos horribles que nos amenazan, ¿qué les impide a los que a fuerza de juntar votos ocupan sus lugares ponerse de acuerdo para tomar las decisiones que nos eviten a todos la caída al precipicio?
Y no es porque lo pidan a coro muchos países que apoyan nuestra lucha democrática y a los que ahora se suman los voceros del gigante del norte. Es porque los conocemos hace tiempo y sabemos que una vez pudieron dejar a un lado sus discrepancias, levantar obstáculos atravesados al entendimiento, y sonar como una sola voz aunque cada una conservara su propio y legítimo registro para conseguir en la vía electoral un bien mayor que era para todos.
Ahora, cuando nos queda poco a que aferrarnos y la incertidumbre que nos golpea como un látigo nos hace cuestionarnos nuestra decisión de quedarnos aferrados a esta tierra, contemplamos  estupefactos que los mismos a quienes acompañamos en las victorias arrebatadas al régimen en las urnas, elaboran discursos extraños y distintos, piden a otros por lo que nosotros podemos y queremos hacer y se entregan a una danza de terquedades que le quita fuerzas a las que ya casi no tenemos. 
Esta claro que no todos podrán ponerse de acuerdo y que habrá que dejar en el camino a quienes desde siempre se resisten a escuchar a las mayorías para regodearse en su irracionalidad y jugar su propio y mezquino juego. Pero queremos creer que los otros son más y que son suficientes.
Hay mucha nobleza en este pueblo que los ha acompañado en sus aciertos y errores. Esperamos de ustedes los gestos de acercamiento a las salidas posibles que mitiguen tanta angustia y tanto desasosiego y que nos permitan creer que no nos equivocamos cuando decidimos quedarnos  y no abandonar la esperanza.