Manuel Vásquez Montalván - LA NOVELA NEGRA (un extracto satírico de la novela LOS MARES DEL SUR)

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Dos miembros de la mesa se habían autoatribuido el papel decano y empezaron a jugar una partida privada de ping pong intelectual sobre si Dostoievski escribió novela negra o no. Luego pasaron a Henry James, sin olvidar la necesaria mención a Poe, y acabaron descubriendo que la novela negra era una invención de un maquetista francés que dio ese color a la serie de Gallimard sobre novela policiaca. Alguien de la mesa trató de romper el monopolio discursivo del barbas y del latinoamericano miope, pero era apartado por codazos invisibles que le lanzaban los seniors. (...) 
- Es que ....
- Yo creo que ...
- Si me lo permiten ....
No le permitirían nada. Trató de colar por un resquicio de tiempo la frase: La novela negra nace con la Gran Depresión   ..... Pero solo lo oyeron los de la primera fila y algunos de la segunda, entre los que se encontraba Carlvaho. Por los movimientos de la nuez de los dos solistas que estaban a punto de llegar a alguna conclusión o fórmula inapelable.
-Podríamos decir ....
Silencio. Expectación
- No sé si mi querido Juan Carlos estará de acuerdo.
-¿Cómo no voy a estar de acuerdo contigo Carlos?
Carvalho dedujo que el predominio de las dos vedettes se debía a una complicidad onomástica.
-La novela negra es un subgénero al que excepcionalmente se han dedicado grandes novelistas, como Chandler, Hammett o Mc Donald.
-Y Chester Hymes?
Le había salido aflautada, por lo contenida, la voz al que trataba de meter lengua en el asunto. Lo que fue inicial defecto se convirtió en virtud, porque la rareza sonora provocó cierto sobresalto en los disertantes monopolizadores que se volvieron para adivinar la causa de aquel ruido.
-Decía usted- dijo con voz de cansada amabilidad el miope
Decía que a estros tres autores hay que añadir el nombre de Chester Hymes, el gran retratista del mundo de Harlem ha hecho un esfuerzo equivalente al de Balzac.
Ya estaba dicho. Los dos protagonistas estaban algo cansados de su protagonismo y dejaron que el intruso se explayara. Ahí salió de todo. Desde la novela de la materie de Bretagne, de Cretien de Tróyes, hasta la muerte de la novela después de los excesos epistemológicos de Proust y Joyce, sin olvidar el maccarthismo, la crisis de la sociedad capitalista, las condiciones de marginación social que fatalmente el capitalismo crea y que constituyen el caldo de cultivo propicio a la novela negra. El público estaba impaciente por intervenir. En cuanto pudo se levantó uno de sus representantes y dijo que Ross McDonald era fascista. Otro añadió que los autores de la novela negra siempre están bordeando las posiciones fascistas. Hammett fue exculpado porque militó en el partido comunista americano en unos tiempos en que los comnistas estaban por encima de cualquier sospecha y no habían recibido tratamiento descafeinante. No hay novela negra sin héroe singular y eso es peligroso. Eso es simple neorromaticismo que potencia la novela negra, que la hace necesaria en los tiempos que corren. Ambigüedad moral. He aquí la clave de la novela negra. Es una ambigüedad en la que nadan los héroes como Marlowe o Archer o el agente de la Continental. Las dos vedettes iniciales estaban arrepentidas de haber perdido protagonismo y trataban de meter baza en el torrente verbal que se había desencadenado: universo cerrado  ...inmotivación ...convenciones linguísticas ...la nueva retórica ...en la antítesis del telquelismo por cuanto resucita la singularidad del autor y del héroe central  .....el punto de vista en el asesinato de Rogelio Ackroid.
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