El
tiempo se vuelca hacia El Atrás con la edad,
el
futuro desaparece, o si se quiere: aparece en otro futuro:
nieblas
moradas sin horizontes ningunos;
pájaros
de la noche, cánticos gregorianos, gritos sin orden ni paz.
Hacia
el trasero del tiempo, como en una comedia musical norteamericana,
vuelven tus días más felices: fueron todos días de amor, deseos y ganas.
vuelven tus días más felices: fueron todos días de amor, deseos y ganas.
La
primera mirada, el primer grito nupcial de las palomas sin cabezas,
y el
amor caliente, tieso y duro como debe ser el amor cuando entra y sale,
y
estalla
también
las risas del otoño,
y también
esa carta atroz de la funeraria.
"No dejó ningún poema para usted"
"No dejó ningún poema para usted"
La
felicidad era un himno prehistórico a una patria desconocida
A esa
zona de arroz y aguas donde nadie vive seguro.
Allí, donde no había preguntas ni respuestas.
Allí,
donde esa frase maldita: “qué putas vine a hacer a este mundo”,
dejaba de resonar en tus sienes, como si fuera el martillo del demonio.
Como ahora: como si fuera el verdadero martillo del demonio.