Se vive solamente
una vez. Esta vida, la de ahora,
es la de aquella vez. No hay otra.
Recordar es la torpe
manera de reconocer
un fracaso. Eran falsos los momentos
aquellos si no son
estos momentos. Aquel baile,
si existió, es el que ahora
cimbrea tu cintura en las estancias
vacías; igual que el saxo aquel
que sigo oyendo, tan lejano, ahora
que ya no oigo el saxo aquel.
Así es de corta
la eternidad.