Los Domingos de Anton Julian - LOS POETAS DE LA NIEBLA





Los poetas de la niebla no han perdido la vista
solo están más cerca del otro mundo que del mar
por eso las luces deshacen sus ojos
y donde los otros poetas ven flores
los poetas de la niebla ven manchas de sangre
o ven hombres muertos colgando de las ramas
o pueblos con telas de arañas, habitados por fantasmas.

Los poetas de la niebla están ahí
para anunciarnos que hay un momento
en el cual toda luz desaparecerá bajo el agua,
que algo se apaga cada día en tu mirada
pues los cuerpos son para ellos
las sombras de las sombras
y el comienzo de cada mañana
solo un simple anuncio de la noche.

Para los poetas de la niebla, 
la niebla no es ausencia de luz
tampoco es la plena oscuridad.
De ahí que los poetas de la niebla
no pueden ser los Heraldos Negros
que nos anunció una vez César Vallejo
¿te acuerdas?
Son pocos; pero son. Abren zanjas oscuras 
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. 
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas; 
o los Heraldos Negros que nos manda la Muerte 

No, no son eso
son simplemente seres divididos
entre dos mundos
entre el día y la noche
entre la vida y la muerte
entre el suelo y el cielo
entre la razón y la locura
entre el amor y la traición
Entre tú y yo

Hay que escuchar a los poetas de la niebla cuando cantan
A través de sus voces oscuras podemos entender
por qué en toda su apagura (y amargura) la niebla avanza
y bajo determinadas condiciones, si no hermosa
puede ser amante, madre, esposa, hermana. O todo a la vez

La niebla es más lasciva que la luz
En la niebla ella te puede entrever:apenas. Y adivinar
por qué el amor por naturaleza es difuso y nebuloso
Los mejores orgasmos de mi vida los tuve en días con niebla
("tenía que decírtelo alguna vez")

La luz enceguece y la noche es ciega
La niebla nos cubre, la niebla nos protege
de las arteras cuchilladas de la oscuridad
y de los malignos fuegos que descienden del sol

Los poetas de la niebla son sin duda
los más dignos, los más fieros, los más leales
exponentes de la triste condición humana
Solo cuando mueren se va la niebla, y ellos no piden nada a cambio

Son buenos

En el corazón de cada ser humano crece una niebla
Y bajo la niebla vive y muere un poeta de la niebla
Y aunque si bien la niebla no es la poesía, la poesía es la niebla
Algún día todos los metereólogos del mundo lo reconocerán.