Tú tienes un
reloj,
yo tengo al
tiempo.
Pudo ser la
respuesta
del poeta al
dictador
del loco al burócrata,
del bueno al
malo.
Pero igual, el
tiempo fui yo.
(En ese punto
tuvo razón Agustín)
Di cuenta de mi
tiempo
y el tiempo -no
fui yo-
dió cuenta de mí
Tú tuviste al
reloj
yo tuve al
tiempo.
Tú tuviste a la
fiesta,
yo tuve al amor
Tú tuviste a la
geografía
yo tuve a la
historia.
Tu fuiste un
momento
viviendo en mi vida.
Yo nunca fui tu reloj.
Y el tiempo se va: muriendo en el tiempo.