Hay quien piensa
que nunca
debería haber
escrito estas palabras,
que jamás debería
haber nacido,
que mejor me
ocultara del sol bajo mis sábanas
a tener que
soportar la presencia de mi hastío.
Pero las cosas se
han dado de otro modo
He seguido escribiendo con la conciencia
plena de haber
deseado a la primavera,
de no haber
traicionado a las hojas del otoño,
y no sucumbir
frente a las peticiones del verano
(salvo en cuatro ocasiones: las que no merecen ser nombradas)
¡Y todavía
continúo mi guerra a muerte en contra de este invierno!
No haré mención
heroica a mis actos,
no quiero ser
esfinge ni torre, básteme
el bastón de
fierro que me espera en la muralla
para mantener la
dignidad del hombre.
Y seguir con paciencia su destino.
Y seguir con paciencia su destino.
Solo he querido ser lo que no soy aunque siempre lo haya sido