No te acerques
demasiado, estoy maldito.
La lengua de la
muerte ha resbalado por mi cara
Vi noches y
nieblas, tanques rodando sobre los niños
Sangre lloviendo
a cántaros en el desierto del Sahara
Oí aullidos de
monjes envenenados, debajo de las dunas.
Y aviones y
espantos, e incendios y gritos de muerte y de batalla
Adiviné el vuelo
de los buitres, pisé nidos de serpientes.
He escuchado a
los perros aullar fuera de la ciudad donde yo vivo.
No me toques las
manos por favor,
están sucias, no,
no me beses en la boca,
la saliva se ha
convertido en lava
No me mires en
los ojos, son cenizas, ten piedad.
Siento dolor y
verguenza de ser hombre
La humanidad me
duele hasta debajo de las costillas
Siento odio,
siento pena, y mil demonios claman por venganza.
Esa no fue la
razón por la cual Allah nos trajo al
mundo.