Esa lucidez sin
fin que me acosa
esa luz brutal
que me enceguece,
ese despertar sin
haber dormido jamás
esa materia que
se desintegra en el tiempo
ese ojo que me
vigila: a través de la noche
son los
presentimientos del alma
las calles nunca
recorridas, las amadas,
las mujeres de
rojos e intensos vestidos
son los fuegos,
mis deseos, son mis bocas
voy y vuelvo y no
me cansaré de llamarlas
no veo nada más
allá, solo una simple idea
la materia lo ha
cubierto todo con su nieve
y se disuelve en
si misma, en su propia agua
las voces me
llaman desde la memoria
Si: si sé, yo
estoy vivo todavía: pienso y luego pienso
me pongo de pie y
avanzo
camino y canto,
no río, no grito,
todo llega a su
fin cuando el día renace
y cae la luz del
sol sobre las aguas
y el agua vuelve
al agua:desde donde ha venido