El tiene ojos de luz de tanto mirar las estrellas en la noche
le gusta la soledad en las altas horas y el silencio
su voz es firme y su cuerpo frágil
su risa sonora
sus manos amorosas.
El en las tardes de primavera se sienta en el parque más cercano a
ver pasar las muchachas en bicicleta y lanza una moneda.
El en invierno se toma una copa de vino y reza.
Sus poemas son oraciones
a veces, oraciones dolientes
hablan de Dios y de los hombres
celebra la vida en todo su esplendor y su misterio
El me mostró un jardín oculto al que voy siempre
El me regaló un caracol
El me dijo un secreto que ya yo sabía pero lo dijo en forma distinta
sin decirlo
-el absoluto es el instante perfecto-
Lo supe al leer su poema.