Ay Dios Santo, creo
en ti
Pero ¿qué puedo
hacer yo contigo?
¿Qué puedo hacer yo
contigo
si tú nunca estás
conmigo?
O quizás lo estás,
pero en tu ausencia
¿No será esa
ausencia
la forma que tú usas
para ser sin estar
en mí?
Porque si tú
estuvieras en mí,
yo nunca te buscaría
a ti
y así tampoco te
tendría en mí
ni a la verdad de mi
ausencia, en ti.
Ay Dios, grande y
fuerte amado mío
He estado a punto de
decirte que sí.
Amén