Viernes de la Poesía: Osvaldo Monsalve - EL PAÍS SIN NOMBRE



En este viaje, en su viaje de Él a través de la nostalgia, va llegando por el corazón de los Paisajes recorridos, al corazón de la Luz misma...  y todas esas transformaciones, con todas esas modulaciones que mezclan y amasan su conocimiento, están conduciéndolo a comarcas más interiores.   Allí donde Él encontrará también que “el Yo es Otro !”...
   
Ya tuvo ocasiones de ver un fracaso en las acciones porque faltaba allí la Voluntad, es decir, comprometerse de un modo contradictorio con una acción que interiormente se rechaza.  Al revés, siente que si hay firme un Querer, una Voluntad de acceder ahí, a esa comarca alejada, Él acabará por lograrlo...  Será siempre ahí la Luz, el guía que se debe seguir fielmente; asi como Dante lo hizo en todo su recorrido con Virgilio.   Qué duda cabe, que ha de ser una luz enceguecedora que algun dia surgirá en alguna parte de su visión.   No esa lucecita incierta al fondo del tunel, esa representación de la muerte, que una noche se hizo, una noche de pesadilla...

   Luz...  que no es un trasluz,...  que no es un primor en busca del amor...   Sabiduria, cómo es eso que ella se anude...   en lugar de que ella se desnude, ahí, en medio de la sabana ahí,...   donde el rebaño de unicornios se pavana, se ufana...   pastando y detectando en lo abrupto, ...   lo incorrupto...
   Seguir y sufrir,... seguir... el destino del Zahir, que brilla como un sexo...   Para aquel insatisfecho de sexo, con todos sus anexos...   Estrella rosa y morosa, última pieza ay, de la carroza...
   El aforismo, como los logaritmos...   se encadenan en la vena, antes de ser reciclados...   en la antena de la patena...   Como objetos encombrantes, que estorban, ahi...   con sus miradas torvas...   Muy por encima de nuestros cabellos,...   los finos finos, captores de sueños!...
   
Si !!   La Luz tras el horizonte ...   y luego, delante de la casa...   y en nuestras cabezas y corazones...   con todos sus dones.   Que no nos aferramos a los fierros...   ni a esos in-fer-nos, allendes...   lejanos, como los adolescentes ardores...   inpregnantes, pero sin el aguante!...
   
Saltar, por encima de las ligas...   y de las polleras, aunque yo no sea una fiera...   pero con y en esas hormonas...   que donan, que truenan, que aseguran...
   Para un corazón que está huero... oh ese canto del aguacero, decia grosso modo...   de otro siglo, en el recodo, Paul Verlaine...   un tipo bién.  Pero loco perdido...   de un adolescente, llamado Arturo... un tipo duro.  Ido y perdido...   en el fondo de la llanura, con toda su armadura!...

   Si!, tres veces si...   a esta, a nuestra, a vuestra Luz que reverbera...   en el fondo fondo fondo, de nuestros corazones.   Después de haber sido precipitada, por ese que se escapó con ella.   Ese que era el bello entre los bellos...   y que se nombraba Luzbel...   y que a su vez nos precipitó a todos...   en este universo de versos, lo que no es nada de real...   sino completamente virtual...  
   
Así, el siguiente de sus paisajes...   será virtual y virtuoso también.   Imaginando...   imaginando cómo será ese paisaje de Sevilla...   del que oyó hablar, ya hacen mas de 15 años, cuando en la radio española, leían las informaciones...   y hablaban de la “Junta de Andalucía”, reunida en el Palacio M, de Sevilla.   Saltó Él, reconociendo su nombre en M (nombre que hasta entonces no se situaba en ninguna parte, nombre que en contradicción a su sonoridad, franca, rayaba el sin sentido y oscilaba en lo absurdo, fundándole ya esa vocación de exiliado) y corriendo a la Biblioteca de Barcelona, pidiendo la Historia de la ciudad de Sevilla, para descubrir en efecto, una veintena de referencias a su nombre, empezando desde el s. VIII.   Desde entonces Él sueña con ir allí, aunque deteste el aspecto arribista que pueda tomar la cosa.   Lo único fascinante para Él, es ver de nuevo la poesía encarnada en el mundo y encarnada en su propio ser (...de la misma manera que con el puerto de Venus...) y descubrirse un origen como todo el mundo!... SE VI LLA !
   
Sueña con ese descubrir, bebiendo ese delicioso vino blanco, tan seco de color ambarino, el Jerez que insufla en las venas ese brío, tan necesario para “la faena”.  La Faena serena, como la cantaba el Pepe Lucena.


La  Blue  Note  :
   Oh! sí, sí... Existe de veras ese pais sin nombre!...
   País que no obedece a administración alguna, ni a gobierno o contingencia...
   No posee ni bandera, ni ejército, ni policía, ni frontera alguna...
   Ese país no tiene nombre, porque está más allá de los nombres...
   Ese país no tiene nombre, porque es un territorio a descubrir...
   No es una utopía, pero mucho se le parece!...
   No es ningún mito, pero está forjado con los mismos materiales...
   Es un país sin nombre, pero en compensación posee el número!
   Ese país existe desde la noche de los tiempos, preservado por Manitu...
   Su acceso es libre y abierto a todo humano, sin excepción ni privilegios!