Viernes de la Poesía: Anton Julian - LECCIÓN DE PSICOANÁLISIS



Hay que escuchar su voz 
Hasta que suelte la palabra. 
Hay que oírlo con atención, 
como si en cada sílaba se te fuera la vida. 
El te quiere decir algo, pero no lo sabe. 
El te quiere decir algo, pero no lo dice. 
Tú mismo deberás ser la voz y el oído.
Hay que escucharlo sobre todo cuando calla. 
Porque en ese preciso momento asoma 
la punta del iceberg: El llanto de un niño. 
Hay que sujetar su silencio con tu silencio. 
Hay que abrazarlo con tus ojos sin brazos.
Hay que llorar sin lágrimas a su lado. 
Y cuando sea necesario, asistir con mucho respeto 
y sin traje de luto, a los funerales de su alma.