El portal argentino Diario Publicable tuvo a bien enviarme un cuestionario sobre el tema relativo a la próxima Cumbre Iberoamericana que tendrá lugar el 8 y el 9 de Diciembre en la ciudad mexicana de Veracruz.
A continuación las preguntas y mis respuestas
¿Sigue siendo España el puente entre la región y Europa?
¿Cómo se comportó esta variable durante los últimos años?
La verdad, no sé si alguna vez lo fue. Esa era la misión tácita aunque no explícita que le encomendó la UE a España. Pero para que fuera posible se necesitaba de un interés de ambas partes. Yo creo que España lo tiene todavía. La mayoría de los países latinoamericanos, no.
Por una parte España todavía es percibida en América Latina como un símbolo colonizador. Hay sectores que están incluso interesados en que así aparezca. ¿Por qué? Por ninguna razón práctica. Se trata solo de cuidar símbolos afines a las clientelas ideológicas de diversos gobiernos. Esos sectores creen o necesitan creer que las venas de América Latina continúan abiertas.
Evo Morales, para poner un ejemplo, piensa que vive en el periodo de la Conquista. Intenta vender la imagen de que está luchando por una segunda independencia, no solo en contra de Europa sino también en contra de EE UU. Lo irrisorio es que Bolivia no tiene ningún problema concreto con Europa ni con los EE UU. Pero la idea de la des-colonización sirve mucho a determinados gobiernos. Y para eso necesitan de un colonizador. O por lo menos del símbolo de un ex-colonizador.
¿En que se ha avanzado?
¿En que se ha retrocedido?
Lo único avanzado fue la idea. La Cumbre carece de competencias económicas y políticas. Es un lugar de encuentro más bien simbólico y cultural. España y Europa en general están interesados en que América Latina reconozca al fin el lugar que le corresponde en el Occidente Político. Pero la mayoría de sus gobiernos son reacios a hacerlo.
Por una parte, eso significaría un reconocimiento pleno de los valores democráticos. Pero hay gobiernos en América Latina que padecen definitivamente de lastras autocráticas y personalistas. La democracia sigue siendo para ellos una cosa formal. Algunos gobernantes se sienten más cómodos en compañía de sátrapas orientales. La foto donde apareció el difunto Chávez regalando la espada de Bolívar a Gadaffi es muy significativa. Pasará a la historia.
¿Cuáles son las
principales problemáticas de Iberoamérica? ¿Y los desafíos?
Los problemas no están en la relación entre países sino que al interior de los países latinoamericanos. El notorio proceso de democratización iniciado después de la Guerra Fría ha quedado por el momento situado a medio camino. Si a esto agregamos que, mientras en la España de hoy existe un gobierno de tendencias políticas conservadoras y en América Latina predomina la izquierda política, las dificultades de comunicación aumentan. En una frase: por ahora no hay empatía política entre América Latina con España y muy poca entre América Latina con el resto de Europa.
En un plazo mediano puede que las tendencias se inviertan: habrá más gobiernos de centro en América Latina y probablemente uno de izquierda en España. Si esto mejorará las relaciones, no estoy muy seguro. Pero en las condiciones actuales la Cumbre menos que un lugar de encuentro es uno de desencuentro.
América Latina continúa siendo el último reducto del “socialismo real” en sus dos versiones, bolchevique y socialdemócrata. Y bien , una parte de esa izquierda, la bolchevique, es fiel a sus orígenes asiáticos. Como es largo explicar este punto en una entrevista, remito al lector al siguiente link, donde intento abordar el tema de una manera más intensa
Durante las últimas
reuniones, la presencia de mandatarios fue baja ¿A qué le atribuye esto?
No es un boicot, pero sí, un notorio desinterés. Y si vemos el tema desde el punto de vista económico, muchos países latinoamericanos están orientados hacia los mercados asiáticos. Las relaciones con Europa corren más por vías unilaterales. Si las reuniones de la Cumbre fueran con China, no faltaría ningún gobernante a la cita.
¿Qué impacto tiene el
cambio de las reuniones de anual a bienal?
Y como van las cosas, serán a trienal. Pero eso no es tan negativo. Los gobernantes latinoamericanos viajan mucho, quizás demasiado. Se lo pasan de cumbre en cumbre. Eso se justificaría si América Latina tuviera una posición clara frente a los principales problemas que asolan el mundo actual. Pero como es sabido, la práctica de la política internacional latinoamericana se caracteriza, aunque parezca paradoja, por su radical apoliticismo. Sus delegados solo van a las reuniones a abrazarse entre sí.
¿Cuánto futuro tiene la
OEI y la SEGIB? ¿Cuánto afecta la creación de UNASUR y CELAC?
Tendrán tanto futuro como las reuniones de la Cumbre. Yo creo que se mantendrán en su forma precaria y en espera de que asomen tiempos mejores. Sobre todo en España, país que en el futuro próximo estará demasiado ocupado consigo mismo. Con la corrupción política que la desgarra, con el aparecimiento de la demagogia populista organizada y con el independentismo catalán, no están dadas las cosas como para estar aconsejando o asesorando a nadie.
La UNASUR es una OEA chica y la CELAC es una OEA sin los EE UU. Pero como igual EE UU no tiene hoy un interés acentuado en América Latina, alguna vez habrá que preguntarse hasta que punto es rentable tener tres OEAS.
Hay demasiadas organizaciones internacionales en América Latina. Yo diría, mientras más aumenta la insignificancia política internacional de los países latinoamericanos, mayor es el número de instituciones creadas. El “organizacionismo” es la enfermedad infantil del latinoamericanismo
¿Se esperan cambios en el grupo con la llegada del Rey Felipe VI?
No. El Rey Juan Carlos nunca fue un problema para América Latina.
Sobre el tema Axel Solis - FELIPE QUIERE SEDUCIR A AMÉRICA LATINA