ERÓTICA POÉTICA (6)



Denise Lvertov - CANCIÓN PARA ISHTAR

La luna es una puerca
que gruñe en mi garganta
Su enorme brillo me atraviesa
y el barro de mi agujero reluce
y estalla en burbujas de plata

Ella es una puerca
y yo una cerda y una poeta

Cuando abre sus labios blancos
para devorarme le devuelvo el mordisco
y la luna se sacude de risa

En lo oscuro del deseo
nos estremecemos y gruñimos, gruñimos y
brillamos


Eric Álvarez - MORIBUNDOS MORADORES DEL SILENCIO

morar en el silencio como en una celda
morir en el silencio como el de una celda
como el de una cueva sin ecos ni testigos
mientras los pájaros violetas vuelan
con sus alas ensangrentadas 
en un mar de esperanzas derrotadas
morir aprisionado por el castigo
que arranca cuerdas y garganta
y nos lanza al fondo del oscuro calabozo
entre las multitudes festivas
que celebran el acto erótico
y esencial de obturar
al Otro definido
y al Otro indeterminado
en el ejercicio subliminal
del sádico poder
que en el silencio de la celda
de la cueva sin testigos
y ante un mar de pájaros sangrantes
derrama el placer
de su orgasmo asesino

Enrique Lihn - HOTEL LUCERO

Finito todo y también estos brazos
que se me tienden en la semipenumbra
y un hilo -el de la voz- soplo que apenas brota

pero incisivamente de una fuente: la duda
El bello aparecer de este lucero
¿El del amanecer? ¿El de la tarde?
¿Abre el día o lo cierra?

Bajo la ducha una estrella se apaga
que, absurdamente, la comparte contigo
Las estrellas que viste nacer, a mediodía
estaban muertas desde hace cien años
sólo hiciste el amor con una luz
olfateaste «la ausente de todos los ramos».

Resuena un timbre en el Hotel Lucero
traga y escupe esta boca de sombra
para el caso es lo mismo: apariciones
y desapariciones instantáneas.

No sé en qué sentido hemos hablado de todo
¿Era la duda el tema que nos hizo vestirnos
justo en la hora convenida
salir de allí en distintas direcciones
y la que me detuvo
para ver, y fue inútil, si volvías la cara?




Sor Juana Inés de la Cruz - RESUELVE LA CUESTIÓN

Que no me quiera Fabio al verse amado
es dolor sin igual, en mi sentido;
mas que me quiera Silvio aborrecido
es menor mal, mas no menor enfado.

¿Qué sufrimiento no estará cansado,
si siempre le resuenan al oído,
tras la vana arrogancia de un querido,
el cansado gemir de un desdeñado?

Si de Silvio me cansa el rendimiento,
a Fabio canso con estar rendida:
si de éste busco el agradecimiento,

a mí me busca el otro agradecida:
por activa y pasiva es mi tormento,
pues padezco en querer y ser querida.



Anton Julian -  USB

Con su estilo imperturbable en el Café de Siempre
la frente enhiesta, la pierna izquierda haciendo
la cruz del sol sobre la derecha
 – la clase no se pierde con las canas -
y no dejando ver más que un cuarto arriba
de la rodilla, igual a la Catherine Deneuve
                  -  Belle de Jour  -
extrajo de su cartera de cocodrilo importada
desde Taiwán, lo que a primera vista era el pene
de un mono-araña, asesinado por la globalización
en alguna selva laosiana o ecuatoriana.
Pero no, era un simple USB, made in Shangai.

Ahí está todo lo por nosotros vivido, dijo ella a él
Con el USB –signo sospechoso- muy cerca de su boca
Está el lecho, la bata después que me duché
                                      cuando volviste a casa
como si te hubieran convertido en un semental furioso.

Está el secador de pelo cuando mi pelo era azul
Y como iba a faltar, el retrato de mi fiel marido
El mismo que pusiste patas arriba ¿te acuerdas? 
antes de que yo alcanzara a subir
a la cumbre más alta del monte Everest
cuando te dije por última vez, “te amo boludo”.

La música de Gershwin, la misma que nos sirvió de trasfondo
La Dalia Negra también y el Geranio Rojo, por supuesto
Hasta la hoja marchita que recogiste en el Jardín Zoológico
La podrás ver en la página más arrugada de tu penúltimo libro,
todo está en el USB, todo: Lo que yo soy y lo que yo fui para ti

Y para mí.

Incluso el vacío
El que no pudimos
o no supimos
o tal vez
no quisimos
compartir.



Anónimo - C&A

Entré al C&A para comprar un par de camisas
Y me dieron ganas de mear y fui derecho al WC
Y me equivoque de WC y entré al WC de damas
Y abrí la puerta y ahí la vi sentada en la taza
Y juro por lo que ustedes más quieran
Nunca en mi vida he visto unos ojos más lindos
ni más oceánicos ni más azules. Y nunca
un par de ojos lograron mirarme con tanta ternura
Estuve a punto de decirle a ella yo la amo a usted
La he amado antes aún de haberla visto aquí
La amo antes de que usted hubiera nacido
La amo antes de que yo hubiera nacido
Pero cobarde como soy le dije perdón me equivoqué
Y me fui del C&A sin comprar una sola camisa