Me importa un
cuesco de lechuga si el partido fue bien o mal jugado. Dicho entre nosotros,
fue muy mal jugado. Los holandeses acosaban, atacaban, disparaban a tontas y a
locas, y la pelota, de tan maltratada que era, no quería entrar.
No solo jugaban
dos equipos. Uno nominalmente –con sus intergalácticos Robben, Van Persie,
Sneijder– aparecía como muy superior al otro, provinciano en el papel pero con
algunos jugadores de cierta calidad (Navas, Ruiz, Borges). Y todos los que no
somos holandeses hacíamos votos al cielo para que Costa Rica no perdiera (pedir
que ganara era demasiado). Pues lo que verdaderamente estaba en juego era una
lucha abierta entre la lógica (Holanda) y la contingencia (Costa Rica)
Hay momentos del fútbol en donde lo menos que
importa es el fútbol. Momentos en los cuales el reloj y el tiempo, incluso el
calor y el viento, son más decisivos que una buena jugada. Momentos en los
cuales el gol no se llama gol: se llama destino.
Esta vez ganó la
lógica. Apenas y a penales.
La lógica surge de
lo necesario en el tiempo (Aristóteles) La contingencia no de lo innecesario,
sino de lo que pudo haber sido asi o asá. La contingencia, por lo mismo, no es
sinónimo de casualidad, como tantos creen. La casualidad es lo que no
entendemos por qué sucedió. La contingencia es entender por qué sucedió
sabiendo y pensando que pudo haber sucedido de otra manera si no hubiera pasado
esto o lo otro. El destino a su vez no existe, se hace. El destino es el resultado
final de la lucha entre la lógica y la contingencia. El destino, quiero decir,
no está en el futuro sino en el pasado, después del juego. Eso vale para todo
juego, incluso para el fútbol.
Por el momento la
lógica va ganando en el mundial 2014. Las semifinales serán jugadas entre
Brasil, Alemania, Holanda y Argentina. Muy lógico. Dos contra dos. El Occidente
Cercano contra el Occidente Lejano (depende donde uno está situado)
La lógica y la
contingencia, las Dos Grandes Putas de la Historia, afilan dientes, cuchillos y
colmillos para la gran batalla final. ¿Quién ganará? Yo al menos seré hincha de la contingencia.
La vida, para que
sea vida, debe ser contingente.
Solo la muerte es
absolutamente lógica.
A veces pienso que
mi pasión por el fútbol no tiene mucho que ver con el fútbol.