Juré mil veces que no quería volver jamás a escribir un artículo así.
“Perdimos pero ganamos, salimos con la frente en alta, fue una victoria
moral”.
Pero esta vez lo escribo, y lo escribo con deseos y con ganas. Nosotros,
los chilenos, perdimos ganando.
Perder ganando forma parte de nuestra idiosincrasia, ya lo sé. Qué le
vamos a hacer: perdimos frente a la naturaleza, ante los terremotos y
maremotos, ante los arteros golpes de estado, y ante los golpes del destino.
Pero al final, a pesar de que perdimos, volvemos ganando. ¿Qué será?
Y de igual manera, como si hubiera sido un triunfo, les doy las gracias
y brindo por todos ustedes.
Brindo por ti Claudio Bravo, quien comenzando en Buin, comunidad ignorada por la suerte, llegaste a Santiago al Colo Colo de mis amores, y hoy a
Barcelona, atajando lo imposible, y algo más. Mucho más.
Brindo por ti Mauricio Isla, también de Buin, defendiendo y atacando
como si te hubieras vuelto loco.
Brindo por ti, sobre todo brindo por ti, Gary Medel, pobre de origen,
lisiado y damnificado, entregando hasta tu vida por la causa y por inventar la
magnífica palabra “chispeza”, a la que siempre utilizaré en mis escritos.
Brindo por ti, Gonzalo Jara, desde las refinerías de Huachi hasta el fútbol inglés, nunca saliendo elegantemente, pero chuteando con fuerza todo balón
cerca del área.
Brindo por ti Gato Silva, defensa central derecho, y muy derecho. Nadie
ahí te la gana. Brindo por ti,
Brindo por ti Eugenio Mena, dueño de todo lo que sea izquierda, en un
país donde la izquierda gobierna, pero no reina.
Brindo por ti, príncipe, Charles Aránguiz, puentealtino, escurridizo y certero, tu
penal fue no de príncipe, fue de un rey,
Brindo por ti Marcelo Díaz, pase seguro y al callo, en ti vamos siempre
a confiar.
Brindo por ti, Arturo Vidal, lo diste todo y más aún de lo que puede dar
un ser humano
También brindo por ti, Pinilla, entraste para atacar, pero defendiste
más que todos.
José Rojas, hiciste lo tuyo, brindo por ti.
Felipe Gutiérrez, defendiste, aunque te enviaron a controlar el juego,
brindo por ti
Brindo igual por Edú Vargas, lejos de Calama y siempre cerca del gol
Brindo por ti. Alexis Sánchez, el genio que nunca antes habíamos tenido
Brindo por todos los chilenos que al igual que yo, esperaron y sufrieron, y perdieron y perdimos
Brindo por ti. Alexis Sánchez, el genio que nunca antes habíamos tenido
Brindo por todos los chilenos que al igual que yo, esperaron y sufrieron, y perdieron y perdimos
Y ganamos perdiendo.
Brindo por mis parientes
Brindo por mis amigos
Brindo por los que están vivos. Brindo por los que están muertos. Por
todos ustedes. Brindo
Salud
¿Y Brasil ? Que se meta su
victoria en el paltó, con todo el público, con la FIFA y hasta con los palos del arco a su favor. Con un golpe
de tajo de zapatazo al cuello de Bravo (ni tarjeta amarilla hubo) al lado del
cual el leve mordisco del uruguayo Suárez fue un juego de ángel, a su favor.
Los macarras de la moral siempre ganan. Aparentemente nos ganan. Al final,
siempre perderán.
Por ellos no brindo ni brindaré jamás.
Gracias chilenos, gracias parientes, gracias amigos, gracias. Por
ustedes, brindo. Y que les vaya bien. Otra generación de oro alguna vez vendrá.
Fue un buen mundial.
Y otra vez, salud.
PS. Y brindo por Jorge Sampaoli, el entrenador más inteligente, el mismo que supo sacar de las ruinas a un equipo perdido, el que le dio
espíritu y deseos de ganar a los cabros e incluso, ese anhelo tan grande, el de saber perder con gloria. Ese
anhelo superior a todas las victorias. “Más vale morir con honor a vivir sin
gloria” dijo Arturo Prat. No importa
que la frase hubiera sido de O`higgins
(y lo más probable es que ninguno de los dos la dijo) Igual: salud.
Gracias Don Sampa, a su buena salud también.