¿Cómo se inscribe lo social en lo
político? La respuesta obvia es: no igual a lo social, pues si así fuera no
habría ninguna diferencia entre lo social y lo político. Y la hay. Y bien, tomando
en cuenta esta diferencia elemental, tenemos que decir que en el Chile del 2012
la trascripción de los intensos movimientos sociales, particularmente
estudiantiles, que tuvieron lugar durante el 2011, está apareciendo en la
política de un modo muy distinto a como lo imaginaron sus actores. Pienso en
ese sentido que el “síntoma” representado por las declaración conjunta de la
Democracia Cristiana y de Renovación Nacional en torno a temas que tienen que
ver con el futuro sistema político que regirá en el país -¡nada menos!- no
habría tenido lugar sin las conmociones socio- estudiantiles del 2011. Me voy a
explicar:
1.- Los movimientos
socio-estudiantiles pusieron de manifiesto -aunque no crearon- la crisis de la
política chilena. Dicha política había sido –en parte todavía lo es– bi-polar
(uso el término en su connotación psíquica y política a la vez). El
bi-polarismo fue la estructura que se dio el país durante el largo periodo de
transición, periodo que derivó en la construcción de una de las democracias más
sólidas de América Latina. Ese es el gran mérito histórico de la Concertación y
habría que ser muy mezquino para no reconocerlo.
2.- Habiendo terminado el periodo de
la transición hacia la democracia, el bi-polarismo ha perdido su “razón de
ser”. Por lo mismo, la Concertación ya no tiene ninguna misión histórica que
cumplir lo que llevó a cuestionar su legitimidad y con ello su capacidad de
representación política. El gran mérito histórico del Movimiento Estudiantil
fue, a su vez, haber puesto de modo manifiesto lo que ya estaba latente: la
crisis del sistema político chileno.
3. Chile está así entrando, queramos
o no, a una segunda fase en su ya largo proceso de democratización. Esa fase
está signada por otra transición: la del fin de la bi-polaridad política y la del
renacimiento del pluri- partidismo. La declaración conjunta de la DC y la RN intenta –hay que ser muy ingenuo para no darse cuenta- situar algunas bases
para la construcción de un “centro político” independiente a los extremos
polares. Con ello Chile regresaría a su condición “natural” pre-dictatorial. A la de un país pluripartidista y pluri-ideológico a la vez.
4. ¿Cómo será el mapa político del
futuro chileno? Si nos atenemos a las tendencias existentes y reales deberá
ser más o menos así: un centro-centro sólido dividido en dos segmentos
conciliables: un centro izquierda y un centro-derecha. En el polo derecho, el
pinochetismo constitucional (UDI). En el polo izquierdo: la “izquierda de la guerra
fría” (para llamarla de alguna manera)
5. ¿Y los estudiantes? Mil gracias, mucho gusto haberlos conocido. Y hasta la próxima
Lea a continuación:
Un nuevo régimen político para Chile/ Documento DC-RN
Mires.fernando5@googlemail.com
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Un nuevo régimen político para Chile/ Documento DC-RN
Mires.fernando5@googlemail.com