Fernando Mires: CHILE: SEGUNDA FASE DE LA DEMOCRACIA (una tesis)


¿Cómo se inscribe lo social en lo político? La respuesta obvia es: no igual a lo social, pues si así fuera no habría ninguna diferencia entre lo social y lo político. Y la hay. Y bien, tomando en cuenta esta diferencia elemental, tenemos que decir que en el Chile del 2012 la trascripción de los intensos movimientos sociales, particularmente estudiantiles, que tuvieron lugar durante el 2011, está apareciendo en la política de un modo muy distinto a como lo imaginaron sus actores. Pienso en ese sentido que el “síntoma” representado por las declaración conjunta de la Democracia Cristiana y de Renovación Nacional en torno a temas que tienen que ver con el futuro sistema político que regirá en el país -¡nada menos!- no habría tenido lugar sin las conmociones socio- estudiantiles del 2011. Me voy a explicar:
1.- Los movimientos socio-estudiantiles pusieron de manifiesto -aunque no crearon- la crisis de la política chilena. Dicha política había sido –en parte todavía lo es– bi-polar (uso el término en su connotación psíquica y política a la vez). El bi-polarismo fue la estructura que se dio el país durante el largo periodo de transición, periodo que derivó en la construcción de una de las democracias más sólidas de América Latina. Ese es el gran mérito histórico de la Concertación y habría que ser muy mezquino para no reconocerlo.
2.- Habiendo terminado el periodo de la transición hacia la democracia, el bi-polarismo ha perdido su “razón de ser”. Por lo mismo, la Concertación ya no tiene ninguna misión histórica que cumplir lo que llevó a cuestionar su legitimidad y con ello su capacidad de representación política. El gran mérito histórico del Movimiento Estudiantil fue, a su vez, haber puesto de modo manifiesto lo que ya estaba latente: la crisis del sistema político chileno.
3. Chile está así entrando, queramos o no, a una segunda fase en su ya largo proceso de democratización. Esa fase está signada por otra transición: la del fin de la bi-polaridad política y la del renacimiento del pluri- partidismo. La declaración conjunta de la DC y la RN intenta –hay que ser muy ingenuo para no darse cuenta- situar algunas bases para la construcción de un “centro político” independiente a los extremos polares. Con ello Chile regresaría a su condición “natural” pre-dictatorial. A la de un país pluripartidista y pluri-ideológico a la vez.
4. ¿Cómo será el mapa político del futuro chileno? Si nos atenemos a las tendencias existentes y reales deberá ser más o menos así: un centro-centro sólido dividido en dos segmentos conciliables: un centro izquierda y un centro-derecha. En el polo derecho, el pinochetismo constitucional (UDI). En el polo izquierdo: la “izquierda de la guerra fría” (para llamarla de alguna manera)
5. ¿Y los estudiantes? Mil gracias, mucho gusto haberlos conocido. Y hasta la próxima


Lea a continuación: 
Un nuevo régimen político para Chile/ Documento DC-RN


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