Cada vez que Daniel Cohn-Bendit
pronuncia uno de sus apasionados discursos, las cámaras lo enfocan y los
traductores transcriben sus palabras a todos los idiomas. Pero ese 18 de Enero,
cuando compareció el Primer Ministro Viktor Orbán ante el Parlamento Europeo,
la expectación era mayor. No sólo por sus opiniones antisemitas, además por la
política que representa Orbán, muchos sabían que para Dany –como lo llaman sus
amigos- había llegado la hora de ajustar ciertas cuentas.
LEER TEXTO
LEER TEXTO